El Concierto para piano n.º 1 en do mayor no fue el primero sino que en realidad fue el tercer intento del compositor en este género.
También fue anterior el conocido como Concierto n.º 2 en si bemol mayor, que en realidad fue compuesto alrededor de diez años antes, pero no se publicó hasta 1801.
A pesar de su sordera los interpretó todos en público excepto el Concierto para piano n.º 5, en cuyo estreno en 1811 fue solista Friedrich Schneider.
[6] La primera publicación fue llevada a cabo por el editor Tranquillo Mollo en marzo de 1801 en Viena.
La dedicatoria que aparece en la partitura impresa es para la princesa Anna Luisa Barbara Fürstin Odescalchi, también conocida como condesa von Keglevics cuando era soltera o como Babette por sus amigos cercanos.
Este concierto presenta momentos claramente mozartianos, sobre todo en la tranquila introducción del allegro inicial.
Tonalmente empieza en mi bemol mayor, luego modula a do menor y acaba con un glissando de octava.
Según la costumbre en este tipo de obras, cerca del final el compositor proporciona un momento para la cadenza que normalmente era improvisada y ofrecía una nueva oportunidad para el lucimiento pianístico.
La orquesta responde con un tema más directo y luego se relaja en una variante de la melodía del piano.
Allegro scherzando, retoma la tonalidad inicial, el compás es 2/4 y responde a una forma rondó con siete partes (ABACABA), una fórmula habitual en el tercer movimiento de los conciertos clásicos.
El piano presenta un tema cómicamente balbuceante, del que enseguida se hace eco todo el conjunto.
[4] Hay un sorprendente contraste dinámico, ya que el piano solista toca una melodía suave como queriendo escabullirse del escenario sin ser visto y la orquesta finaliza el movimiento con contundencia.
[1] El pianista alemán Wilhelm Kempff escribió sus propias cadenzas tanto para el movimiento inicial como para el final y las interpretó en sus distintas grabaciones de la obra.