No es por casualidad que los virtuosos suelen encontrarse asociados a aquellos ámbitos donde la improvisación desempeña un papel relevante, como el jazz o el canto lírico hasta el comienzo del siglo XIX.[1] En su uso italiano original, virtuoso, particularmente en los siglos XVI y XVII, era un término muy honorífico reservado a una persona que era distinguida en algún terreno intelectual o artístico: un poeta, un arquitecto, un estudioso...En la música, un virtuoso podía ser un intérprete especialmente hábil, pero más frecuentemente era un compositor, un teórico o, al menos, un maestro de capilla famoso.Dentro de la música popular, el rock progresivo, el hard rock, el heavy metal y estilos cercanos han dado grandes virtuosos, desde pianistas como Ray Manzarek, Cory Henry; pasando por cantantes como Freddie Mercury, Michael Jackson, Ian Gillan, Bruce Dickinson, Fabio Lione, Jim Morrison, James Labrie, etc. hasta bateristas como John Bonham, Keith Moon, John Densmore, Neil Peart, Stewart Copeland, Vinnie Colaiuta, Nicko McBrain, Mike Portnoy, etc.Pero sobre todo virtuosos de la guitarra eléctrica como Robby Krieger, Eddie Van Halen, Jimmy Page, Randy Rhoads, Dave Murray, Jimi Hendrix, Eric Clapton, Tony Iommi, Ritchie Blackmore, Yngwie Malmsteen, Walter Giardino, John Petrucci, Michael Romeo, Paul Gilbert, Carlos Santana, Steve Vai, Brian May, Luca Turilli, Chris Impellitteri, Buckethead, Jonny Greenwood, Dimebag Darrell, Chuck Schuldiner, Joe Satriani o Jason Becker, etc.