En sus comienzos, según la moda de la época, el joven Wilhelm se presentaba frente al público para tocar improvisaciones, las cuales se hacían mediante temas propuestos por los asistentes a la salas de conciertos.
Hizo su última presentación en París el año 1981 y murió en Positano, Italia a la edad de 95 años.
Kempff sabía transmitir un sentido muy profundo, hasta “religioso” a cada una de las obras que interpretaba.
Mozart, Beethoven, Schumann y Brahms mejoraban la sensibilidad del oyente al escucharlo.
Las grabaciones más famosas son las sonatas completas de Beethoven para violín y piano con Menuhin.