Sonata para piano n.º 1 (Beethoven)

Entre 1782 y 1783, cuando Ludwig todavía vivía en Bonn, ya había compuesto tres pequeñas sonatas, conocidas con el nombre de Kurfürstensonaten, WoO 47 (Sonatas al elector), dedicadas al elector de Colonia.Esta casa editorial se había ganado un prestigio considerable editando numerosas creaciones de Haydn y Mozart.No obstante, las evidencias históricas muestran a Beethoven centrando su vida musical en torno al piano vienés.[1]​ La dedicatoria que figura en la partitura impresa del Opus 2 es para a su maestro Franz Joseph Haydn.Actuar en uno de sus conciertos como solista interpretando su propia música era un honor enorme y también una muestra del respeto que sentía Haydn por Beethoven.Haydn y Mozart no habían escrito ninguna sonata para solista de tecla dotada con cuatro movimientos.[1]​ Los segundos movimientos son lentos, típico de este período creativo del compositor.[2]​[11]​ Un nuevo sujeto melódico basado en un arpegio descendente se presenta sobre un incesante pedal de dominante en octavas quebradas (c. 20-25).Esta doble cualidad de unidad y contraste alcanzada mediante el uso del mismo material musical de formas opuestas (para articular la tónica y las tonalidades secundarias respectivamente), demostró ser un recurso efectivo para Beethoven.De hecho, lo volvería a aplicar en su más conocida Sonata Appassionata en fa menor, Op.Allegretto, está escrito en fa menor, en compás de 3/4 y responde a una forma ternaria.Presenta la estructura de un minueto convencional con dos secciones repetidas, seguidas de un trío armónicamente contrastante en fa mayor en dos secciones repetidas y finalizado el trío, se repite da capo el material principal del minueto inicial.Adopta una forma sonata-allegro modificada, en la cual Beethoven sustituyó el clásico desarrollo modulante por una sección intermedia contrastante con un tema nuevo en la bemol mayor.Cabe destacar que Beethoven eligió la dominante menor como tonalidad secundaria, en lugar de la más convencional relativa mayor.[11]​ En vez de desarrollar el material previo, como cabría esperar de un movimiento allegro-sonata convencional, la sección central que le sigue arranca con un nuevo y apacible tema en la tonalidad relativa mayor (la bemol mayor).La recapitulación (c. 138-192) retoma toda la exposición de forma casi idéntica, salvo ligeros cambios en la dinámica y las voces.Así pues, todo el material se vuelve a exponer en la tónica (fa menor), como cabría esperar en cualquier forma sonata convencional.El movimiento lento... ilustra bien los escasos casos en los que Beethoven imita a Mozart en detrimento de su propia riqueza de tono y pensamiento, mientras que el finale en su episodio central introduce una estructura mal aplicada y un tanto difusa en el estilo de Mozart entrando en conflicto directo con temas tan beethovenianos en su crudeza como en su sombría pasión".
Beethoven en 1796.
Portada de la edición de 1862 del Op. 2 ( Breitkopf & Härtel ).
Joseph Haydn, dedicatario de la pieza, en 1791.