Se suele mostrar mediante respuestas físicas al pulso como marcarlo con el pie o dando palmas.
[3] El pulso puede hacer referencia a una diversidad de conceptos relacionados, entre los que se incluyen: ritmo, tempo, métrica, compás y groove.
Dichos patrones controlan el movimiento de la música y ayudan al oído humano a comprender su estructura.
La unidad rítmica básica por excelencia es el pulso, un patrón espaciado regularmente que se parece al ritmo de un reloj.
Para que el pulso pueda ser oído como denominador común, las longitudes de las notas individuales generalmente serán múltiplos o subdivisiones exactas (como la mitad o el doble de la duración del pulso).
El término compás o metro puede referirse, en primer lugar, al proceso general de acentuación regular, y en segundo, al tipo de agrupación métrica particular usada en una obra determinada.
Sin embargo, una vez establecido el compás, no necesita que haya una adherencia rígida todo el tiempo; la mente del oyente retendrá el patrón incluso cuando la música lo contradiga temporalmente.
Por ejemplo, puede acentuarse un tiempo generalmente débil para producir una síncopa (un acento que opera en contra del compás establecido).