Sin embargo, las mismas se deterioraron antes de que pudieran ser transferidas a un medio más duradero.
Por calidad técnica y por riguroso pensamiento musical, figura entre los grandes violonchelistas del siglo XX.
También siguió dando clases particulares en su casa en Ginebra: el violonchelista británico Julian Lloyd Webber figura entre sus discípulos.
Su hijo Jean-Pierre fue pianista bajo el nombre de Jean Fonda y le acompañó al piano en sus últimos años.
Con el violonchelo Maucotel tocó los últimos 18 años de su carrera e hizo todas sus grabaciones.