Durante décadas se empleó en la mayoría de los automóviles y camiones.
En la tracción trasera el efecto de la fuerza centrífuga hace que, si las ruedas giran a mayor velocidad durante una curva, la zaga trasera del vehículo se desplace hacia el exterior de la curva, lo que se denomina como sobreviraje.
Esta vieja teoría se basa en el reparto y desplazamiento de masas durante la aceleración.
Se utiliza en el exitoso Chrysler 300C y, tras la adquisición de la marca por parte del grupo Fiat en su clon europeo Lancia Thema (2011), en los Dodge Magnum y Dodge Charger (LX).
Esta tendencia de lujo en Europa se puede observar también en la nueva plataforma Giorgio del grupo Fiat para el Fiat 124/Lancia Giulia, además del citado Thema; y en el resurgir de la marca Jaguar.
Algunos vehículos poseen este tipo de configuración con motor y transmisión traseros.