Paralelamente, se intentaba resolver el problema técnico que suponía adaptar el motor 103 al proyecto 109.
Finalmente, el departamento de ingeniería, dirigido por Cordiano, halló un solución simple e ingeniosa, creó un actuador hidráulico que permitía eliminar algunas piezas del embrague y, en consecuencia, reducir la anchura del conjunto motor, embrague y caja de cambios.
Siendo a finales de 1963, cuando se iniciarán los primeros ensayos técnicos con los prototipos, resultando ser muy satisfactorios.
El miedo a los posibles problemas generados por la diferente longitud que debían tener los semiejes pronto se disipó, pues no resultaban un inconveniente con potencias limitadas.
Y en los motores más potentes bastaba con dividir el semieje más largo en dos partes, una fija y la otra de la misma longitud que el semieje corto, para así evitar los bandazos en aceleraciones debidos al efecto giroscópico.
Esta configuración, motor transversal y transmisión lateral, es la configuración que durante el periodo de 1964 a 1969, este motor supone como reflejo técnico para el desarrollo y nacimiento del 'Motor Tipo -1' de Fiat, que se estrenará en el 'proyecto 128' del fabricante Turinés.
La disposición del tren motriz obró milagros, dejando bastante espacio a los ocupantes de las plazas delanteras y traseras.
Abundaban los refinamientos, como el panel que cubre toda la puerta, los cromados interiores y la guantera iluminada.
Cabe, eso sí, poner reparos al aspecto del ruido, el motor sonaba bastante a cualquier régimen.
El problema llegaba a incomodar cuando se superaban los 100 km/h porque, al carecer de quinta marcha, el motor tenía que girar muy alto en cuarta.
En la berlina, se podía elegir entre un práctico portón posterior y una sencilla portezuela del maletero, en versiones de 2, 3, 4 o 5 puertas.
Por otro lado, en la versión básica, su motor de 49 CV garantizaba unas buenas prestaciones, acordes a la estabilidad que proporcionaba la tracción delantera y las suspensiones anteriores independientes tipo MacPherson, otra novedad del Primula.
La versión más potente, que montaba el Coupé S, ofrecía una buena aceleración y una gran recuperación, si bien no podía considerarse exactamente como deportiva.
En cambio, en Francia agradó mucho, se vendieron unas 15 000 unidades entre todas las versiones; un hecho raro, ya que los modelos extranjeros era poco apreciados en el país galo, donde se preferían autos como el Citroën 2CV o el Renault 4, cuyo portón trasero les confería gran versatilidad.
La película estaba interpretada por Yves Montand (César), Romy Schneider (Rosalie) y Sami Frey (David).