Este nombre es un homenaje a la entonces ciudad moderna, Brasilia, la capital brasileña que había sido fundada 13 años antes, este automóvil salió a la venta en México, Brasil, Venezuela, Bolivia, Perú, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Uruguay.
El Brasilia estaba equipado con un motor de 1.6 L (1584 cc) montado atrás, refrigerado con aire y con cuatro cilindros opuestos (tipo boxer).
En 1976, se adopta para Brasil el motor para ser alimentado por dos carburadores, que aumentaron su potencia a 65 CV.
El Brasilia se exporta a países como Colombia, Chile, Uruguay, El Salvador, Filipinas, Paraguay, Bolivia, Honduras y en Europa en Portugal, debido este último a la precaria situación económica posterior al 25/4/74, ya que los Volkswagen importados de Alemania, por el cambio escudo/marco eran absurdamente caros, allí se recuerda como un coche fiable pero que consumía mucho combustible.
México, el único otro país aparte de Brasil donde se fabricó, que si bien, los modelos hechos en México contaban con muchas piezas de origen brasileño, piezas como los motores, transmisiones, suspensiones, frenos, rines, llantas y las suspensiones, entre otros, son suministradas localmente.
Se comercializó con relativo éxito ya que representaba una opción distinta y de mayor costo al popular Vocho, que pronto logró popularidad en el país dada su amplitud interior y visibilidad, sin embargo a largo plazo se manifestaron problemas de corrosión en la carrocería, por lo cual se dificulta en el presente encontrar ejemplares en buen estado de conservación.
El Brasilia fue descontinuado a mediados de 1982, con una producción total de 72,377 unidades, ya que el Caribe (Golf I), que había sido introducido desde 1977 en el país, y debido a una reducción paulatina en sus precios, aumentó en las preferencias del consumidor por tener una apariencia y tecnología más moderna, mayor equipamiento, más opciones y prácticamente el mismo precio de entrada que el Volkswagen brasileño.
A finales de 1974 el Brasilia fue introducido en el mercado boliviano, siendo ampliamente aceptado, gracias a su versatilidad, ya que presentaba características que lo hacían muy adecuado para los caminos geográficamente accidentados del territorio boliviano.
Si bien el Brasilia fue un vehículo particularmente popular en el Brasil, también tuvo su cuota de éxito en México.
En el capítulo de las vacaciones a Acapulco, este coche es reemplazado por un Volkswagen Safari.
También aparece en la película venezolana Domingo de Resurrección como vehículo particular del protagonista León Camacho (interpretado por Juan Manuel Laguardia).