Sin embargo, esta decisión de último momento fue buena, pues el nombre fue la cereza en el pastel que el público americano deseaba saborear, ya que el último 300 había sido el 300K en el 64 y el 300L (una edición limitada basándose en un Chrysler Cordoba).
La idea era crear en esta evolución de los LH, una versión larga y una corta.
La larga sería el Chrysler Concorde y el Chrysler LHS que al final terminarían siendo el mismo auto, y la corta sería el 300M; La versión larga apostaba al confort, a un tremendo espacio en cajuela y un grandioso espacio en plazas traseras, mientras que la corta le apostaba al manejo deportivo y una imagen más amigable para el comprador europeo (en Europa, los cajones de estacionamiento son de 5 metros (196,9 plg), mientras que en USA son más largos).
Por parte de Asia, sus rivales fueron el Lexus GS 300, el Nissan Maxima, los Infinity Q45, J30 e I30, y el Mazda Millenia.
Mientras que en los Estados Unidos, sus rivales fueron el Buick Park Avenue, el Oldsmobile LSS y de manera indirecta, el Toyota Avalon, Lincoln Continental, Cadillac STS y Oldsmobile Aurora El lanzamiento del 300M generó polémica debido a que no superaba la mítica cifra de 300 HP (224 kilovatios), ni tampoco tenía un motor V8, situaciones que eran prácticamente requisitos en toda la dinastía 300 desde la década de los 50's.
El último modelo del 300M fue el 2004; Todos los 300M se fabricaron en Brampton, la planta de Chrysler Ubicada en Ontario, Canadá.