El pensamiento de Laplace, sin embargo, no representa la postura científica actual acerca del tema.[19][20] Hay un punto de vista intermedio en que las condiciones pasadas podrían tener influencia, pero no determinan las acciones futuras.En la Ética escribió: «Las decisiones de la mente no son nada salvo deseos, que varían según varias disposiciones puntuales".Para ser un compatibilista, uno no necesita endorsar alguna concepción particular del libre albedrío, sino aceptar que el determinismo está relacionado con este.John Locke, en su Ensayo sobre el entendimiento humano, indicó que llamarse "libre" es comprometerse a un error de categoría: Esta cuestión también se plantea si cualquier acto intencionado puede ser libre o cualquier acto sin intención puede estar relacionado con el albedrío, dejando la libertad como un oxímoron.Sin embargo, muchos creen que la responsabilidad moral requiere libre albedrío; en otras palabras, la habilidad de tomar distintas alternativas.[14] Siguiendo a Aristóteles, Epicuro pensó que los agentes humanos tienen la capacidad autónoma de trascender la necesidad y el azar.San Pablo, en su Epístola a los romanos, plantea la siguiente cuestión sobre responsabilidad moral: Desde esta perspectiva, los individuos todavía pueden perder su honor por medio de sus actos, aun cuando tales fueran determinados completamente por Dios.Sin embargo, algunos compatibilistas, así como Harry G. Frankfurt o Daniel Dennett, argumentan que hay casos en los que, aun cuando el agente no pudiera actuar de otra manera, su elección aún es libre, porque la coerción irresistible coincide con las intenciones y deseos personales del agente, así como el dicho «Ahora, pon la pistola en mi sien y oblígame a disparar».Además, la habilidad para hacer lo “contrario” solo tiene sentido cuando se manejan expectativas y no con un futuro totalmente desconocido.[34][39] William James, filósofo y psicólogo, etiquetó como determinismo leve a la posición actualmente conocida como compatibilismo, y argumentó que las formulaciones del determinismo leve eran «un dilema de evasión en el cual el verdadero asunto de importancia se ha difuminado completamente».Los descubrimientos de Libet sugieren que las decisiones tomadas por un sujeto son primero hechas en un universo inconsciente y después son traducidas a una “decisión consciente”, y la creencia del sujeto de que esto ocurrió bajo su voluntad se debe únicamente a la visión retrospectiva del evento.[40][41] Un experimento relacionado, realizado después por el doctor Álvaro Pascual-Leone, se basaba en preguntar a los sujetos qué mano querían mover.Encontró que, estimulando diferentes hemisferios del cerebro usando campos magnéticos, era posible influenciar fuertemente en la escogencia de la mano.Puede, o no, ser posible alcanzar una realización científica final involucrando la posibilidad del libre albedrío adentrándonos en los orígenes de nuestros pensamientos conscientes.Este misterio sin resolver domina el debate moderno sobre la existencia de nuestra conciencia y la posibilidad del libre albedrío.[44] Estas observaciones indican que los procesos neurológicos inconscientes preceden y potencialmente causan tanto la sensación de haber realizado una decisión por propia voluntad como el mismo acto motor.Por ejemplo, algunos dispositivos generadores de números aleatorios por hardware funcionan amplificando los efectos cuánticos en señales prácticamente utilizables.Si no hubiese causalidad, todas las habilidades serían inútiles porque las cosas estarían constantemente cambiando sin rima o razón entre ellas.Otras ramas, como los Metodistas, creen que mientras Dios es omnipotente y conoce las decisiones que los individuos van a tomar, Él todavía da el poder a los individuos para escoger o rechazarlo todo, sin importar las condiciones externas o internas relacionadas con la decisión.[57] Estos citan Efesios 1-4: «En Cristo Dios nos eligió antes de la creación del mundo, para estar en su presencia sin culpa ni mancha».[58] Sin embargo, no debería ser considerado que este punto de vista niega completamente el libre albedrío.Los metodistas, como su fundador John Wesley, defendieron los criterios arminianos creen que mientras Dios es omnipotente y conoce las decisiones que los individuos van a tomar, Él todavía le da el poder a los individuos para escoger o rechazarlo todo, sin importar las condiciones externas o internas relacionadas con la decisión.Aún debilitado y disminuido por la caída de Adán, el libre albedrío no es destruido en la carrera (Sesión VI, cap.Estas preordenanzas no eran decretos inalterables, sino llamadas de Dios para que el hombre realizara misiones específicas en su mortalidad.Aun así se cree que la vida preexistente ha sido un período infinitamente largo de probación, progresión y escuela.Esta distinción entre conocimiento previo y predestinación, es discutido por la crítica de Maimonides Abraham Ibn Daud; véase Hasagat HaRABaD ad loc.Ambos, Saadia Gaon y Judah ha-Levi mantienen que “las decisiones del hombre preceden al conocimiento de Dios”.La existencia del libre albedrío y la paradoja descrita anteriormente está ligada cercanamente al concepto de Tzimtzum.En el caso de Tzimtzum, Dios ha contraído su esencia para permitir la existencia independiente del hombre; aun así es atractivo y trascendente.
Persona saltando al agua, supuestamente usando su libre albedrío.
Esquema de las posiciones metafísicas respecto al libre albedrío.
Hume
defendió el compatibilismo como necesario para la moral.
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Cerebro
humano. Por medio de algunos estudios realizados por
Benjamín Libet
, se sugiere que las decisiones tomadas por una persona son primero hechas en un universo inconsciente, y después son traducidas a una «decisión consciente» y la creencia del sujeto de que esto ocurrió bajo su voluntad se debe únicamente a la visión retrospectiva del evento.
Representación de
Jesús
en la cruz, por Christoph Bockstorfer, a su lado están dos ladrones, uno de cada lado, a punto de morir. Solamente uno pidió a Jesús el perdón, mientras que el otro, incluso al borde de la muerte y sin nada que perder, decide burlarse del mismo. En el punto de vista de los
Metodistas
y otros que creen en el «libre albedrío», esto fue la elección entre la vida y la muerte eterna.
Los judíos en la actualidad mantienen discusiones sobre el Libre albedrío y la participación de
Dios
en las elecciones morales que toman las personas, y el grado de libertad de decidir que posee cada persona.