Leopold y Loeb

[2]​ Según sus declaraciones, ambos asesinaron a Franks para demostrar su inteligencia superior al resto, cometiendo el "crimen perfecto".

Loeb fue asesinado por otro reo en prisión, en el año 1936, mientras que Leopold fue puesto en libertad condicional en 1958 y se mudó a Puerto Rico donde vivió hasta su muerte.

Aunque Leopold y Loeb se conocían de pequeños, particularmente cuando jugaban por el vecindario, su relación no fue tan cercana hasta que ambos ingresaron a la Universidad de Chicago y comenzaron a compartir un mutuo interés en el crimen.

Leopold estaba particularmente fascinado por el concepto de Friedrich Nietzsche sobre los superhombres (Übermensch) — individuos trascendentes, con extraordinarias e inusuales habilidades, cuyos intelectos superiores les permitían ascender por encima de las leyes y reglas a las que están sometidos los seres humanos "inferiores".

Leopold logró convencer a Loeb de que él también era alguien superior.

Entusiasmados por no ser aprehendidos, comenzaron a cometer delitos más serios, como incendios provocados.

Escogieron un cincel como el arma para asesinar al joven, y compraron uno.

En la tarde del 21 de mayo de 1924, conduciendo un automóvil que habían alquilado bajo un nombre falso, Leopold y Loeb le ofrecieron subir a Franks, quien caminaba a su casa desde la escuela.

Al poco de subir, Loeb golpeó a Franks repetidamente en la cabeza con el cincel y lo arrastró a la parte trasera del automóvil donde lo asfixió con un trapo hasta matarlo.

A la mañana siguiente, los Franks recibieron la nota de rescate, y Leopold llamó nuevamente a la familia indicándoles los primeros pasos que debían seguir para pagar el rescate.

Mientras que Loeb seguía con su vida normalmente, Leopold hablaba libremente con la policía y la prensa.

Al tiempo que se investigaba la zona donde habían hallado a Franks, la policía encontró un par de anteojos.

Cuando fue confrontado con esa evidencia, Leopold dijo que se le pudieron haber caído mientras estudiaba los pájaros de la zona.

La defensa, por el contrario, presentó numerosos análisis psiquiátricos para que pudieran lograr establecer factores atenuantes.

Su principal tema de debate fueron los "métodos y castigos inhumanos" del sistema judicial estadounidense.

Una vez reunidos, se dedicaron a dar clases en la escuela de la prisión.

Inicialmente, Leopold y Loeb recibían mucho dinero por parte de sus familias, hasta que el correccional decidió restringir el aporte familiar a 5 dólares semanales.

Los otros prisioneros, sin embargo, no sabían del recorte monetario de ambos, y tanto Leopold como Loeb eran vistos como los "chicos ricos" que se convertían en blanco fácil para los otros reos.

Una vez, Leopold fue confrontado y amenazado con un cuchillo en el patio de la prisión, exigiéndole dinero.

Después de tratar de explicar que no tenía más dinero, Loeb se metió en medio al igual que otros prisioneros y el asunto quedó solucionado.

Algunos informes indican que Day deseaba favores sexuales de Loeb, quien se había negado.

La garganta de Loeb también tenía cortes desde atrás, lo que sugería un ataque por sorpresa.

Algunos periódicos fueron más allá, alegando que Loeb merecía ese final y felicitando a Day por haberlo asesinado.

Otro posible motivo del asesinato de Loeb es el dinero, debido a que después del recorte, no pudo seguir sobornando a Day para que no le hiciera nada.

En una ocasión, gritó por horas en su celda hasta que fue llevado ante los psicólogos de la prisión.

En la novela, Leopold es caracterizado como alguien brillante que es llevado a cometer el asesinato por ser un adolescente problemático, con trastornos psicológicos producto de su niñez y su obsesión con Loeb.

Se dedicó a la medicina y al estudio de las aves tanto en Puerto Rico como en las Islas Vírgenes Estadounidenses.

Richard Loeb (izquierda) y Nathan Leopold (derecha)
Nathan Leopold en prisión, 1931.
Bobby Franks con su padre.
Nota del pedido de rescate
Clarence Darrow
Leopold y Loeb.