Psicología evolucionista

Propone que la mente de los primates, incluido el hombre, está compuesta de muchos mecanismos funcionales llamados adaptaciones psicológicas o mecanismos psicológicos evolucionados (EPMs) que se han desarrollado mediante selección natural por ser útiles para la supervivencia y reproducción del organismo.

Este enfoque adaptativo es el utilizado para entender el resto de los mecanismos biológicos como, por ejemplo, el sistema inmunitario.

Dado que la evolución de los homínidos (hasta llegar al Homo sapiens actual) se produjo en medios ancestrales totalmente diferentes al actual, los psicólogos evolucionistas toman como referencia las condiciones existentes en aquellos medios prehistóricos.

Se postula, por ejemplo, que los seres humanos han desarrollado una capacidad mental especial para la adquisición del habla en forma naturalmente automática en los primeros años de vida.

Los seres humanos, sin embargo, tienen una notable capacidad para la cooperación también, en la medida en que pueden desarrollar relaciones afectivas de largo plazo para beneficio mutuo.

Científicos más modernos como Desmond Morris, Richard Dawkins, Daniel Dennett y Steven Pinker han popularizado la psicología evolucionista.

Stephen Jay Gould, Richard Lewontin y otros han criticado la idea de que los seres humanos tienen importantes predisposiciones innatas hacia diversos comportamientos, citando la cultura como la creación de diferencias psicológicas entre los individuos.

[cita requerida] El término "evolucionista" es el preferido para nombrar esta disciplina en castellano para distinguirla de la psicología evolutiva.

La psicología evolucionista ha sido aplicada al estudio de varios campos, incluyendo economía, agresión, justicia, psiquiatría, política, literatura, estética moral y sexo.

La psicología evolucionista se ha interesado por estudiar cómo la IA puede tener consecuencias en los mecanismos de supervivencia y adaptación en los seres humanos.

El filósofo y teólogo William Paley, en el siglo XVII, trabajando sobre las ideas de muchos otros, propuso que los organismos son máquinas diseñadas para funcionar en determinados ambientes.

Los psicólogos evolucionistas intentan entender los procesos cognitivos estudiando las facultades de supervivencia y las funciones reproductivas para las que estas sirvieron, en el ambiente estable en el que la humanidad ha evolucionado durante la mayor parte de su historia evolutiva.

Actualmente se especula con la existencia de un cuello de botella evolutivo que sucedió hace aproximadamente 60.000 años, debido probablemente a algún cataclismo local o planetario, que estrechó aún más el extraordinario parecido genético entre todos los seres humanos.

Algunos alegan que debido a lo poco que se sabe sobre el contexto en el cual los seres humanos evolucionaron (tamaño de la población, estructura, forma de vida, hábitos alimenticios, el hábitat, etc.), hay demasiada poca base sobre la cual la psicología evolucionista puede funcionar.

Toda nuestra psicología se hace posible gracias a una elegante y complicada arquitectura cerebral.

En lugar de eso, las preguntas interesantes son: ¿Qué sistemas funcionales hacen los procesos sociales posibles?

Dichas adaptaciones se entienden como diseñadas para optimizar las posibilidades de supervivencia y reproducción en el entorno primitivo del EEA (Ver apartado anterior).

Algunas personas están preocupadas por el hecho de que la psicología evolucionista sea utilizada para justificar malas conductas, y han intentado ocasionalmente suprimir su estudio.

Si los hombres entienden los procedimientos mentales que les hacen promiscuos —no para su felicidad, no porque sea correcto o moral, sino debido al proceso causal oculto de la selección natural— los seres humanos pueden ser mejores consumidores de su propia consciencia, y otros pueden poder utilizar esta comprensión para intervenir y para cambiar su comportamiento.

Por otro lado la PE tiene potencial para explicar como funcionan nuestras percepciones morales, ya que por el mismo hecho de existir y ser universales, responden a unos mecanismos específicos diseñados con una funcionalidad adaptativa (por ejemplo, valorar y premiar la lealtad podría haber ayudado a nuestros antepasados a garantizar la "devolución de favores" en tiempos de escasez: hoy yo yo comparto mi caza contigo, pero cuando tu cacería tenga éxito espero que lo hagas tu.

Charles Darwin (1809–1882) en sus últimos años. Esta imagen tiene la orientación correcta. El lunar de Darwin estaba en el lado derecho de su nariz.