Una adaptación psicológica es un rasgo funcional, cognitivo o conductual que beneficia a un organismo en su entorno.
Puede ser difícil saber si un rasgo es vestigial o no, por lo que algunos autores son más indulgentes y se refieren a los rasgos vestigiales como adaptaciones, aunque ya no tengan funcionalidad adaptativa.
Por ejemplo, algunos han afirmado que las actitudes y comportamientos xenófobos parecen tener ciertas influencias de la MPE relacionadas con la aversión a las enfermedades,[3] sin embargo, en muchos entornos estos comportamientos tendrán un efecto perjudicial sobre la aptitud de una persona.
Pueden incluir estrategias sociales conscientes, respuestas emocionales subconscientes (culpa, miedo, etc.) o los instintos más innatos.
Skinner, se inclinaban por el modelo de la pizarra en blanco y sostenían que los comportamientos innatos y los instintos eran escasos; algunos conductistas sugerían que el único comportamiento innato era la capacidad de aprender.
[4] Por otro lado, Steven Pinker presenta la perspectiva cognitivista en su libro The Blank Slate (La pizarra en blanco), en el que cuestiona los modelos de la tabula rasa y sostiene que el comportamiento humano está formado por adaptaciones psicológicas.
[1] La prevención del incesto puede observarse en todas las culturas humanas y es evidente en los animales salvajes.
Los machos humanos han desarrollado adaptaciones psicológicas que les hacen atractivos para el sexo opuesto con el fin de aumentar su éxito reproductivo.
Los machos humanos han desarrollado una adaptación en la que encuentran a las mujeres más atractivas si muestran indicios de fertilidad, como un buen índice cintura-cadera.
Al hacer esto, las mujeres pueden ser menos capaces de abandonar esa relación, aunque sea por miedo.
[15] Sin embargo, existen algunos problemas adaptativos en el apareamiento a corto plazo que los hombres deben resolver; uno de ellos es evitar el compromiso y que las mujeres no mantengan relaciones sexuales con el macho hasta tener una señal de compromiso o inversión.
[17] Las adaptaciones específicas del sexo femenino evidencian un diseño especial con el fin de aumentar la aptitud y, a su vez, el éxito reproductivo.
[20] Las mujeres han desarrollado procedimientos psicológicos que afectan a las decisiones de apareamiento en relación con determinados atributos físicos y comportamientos masculinos.
La investigación sugiere que las hembras son capaces de utilizar señales externas mostradas por los machos, como el territorio o las posesiones físicas.
[25] La investigación propone que las mujeres han desarrollado mecanismos psicológicos diseñados específicamente para motivar comportamientos o estrategias para evitar la violación,[26] ya que la violación supone graves costes para la mujer, como el embarazo, el daño físico, las lesiones o la muerte, el abandono de la relación y la disminución de la autoestima.
Margaret Profet, bióloga evolutiva, aporta pruebas de esta adaptación en una revisión bibliográfica sobre el mareo durante el embarazo.
Las náuseas inducidas por el embarazo sólo suelen producirse tres semanas después de la concepción, aproximadamente cuando el embrión ha empezado a formar los órganos principales y, por tanto, corre el mayor riesgo.