Aunque las predicciones básicas de la mecánica cuántica han sido confirmadas extensivamente por experimentos muy precisos, algunos científicos consideran que algunos aspectos del entendimiento que ésta proporciona son insatisfactorios y requieren explicaciones o interpretaciones adicionales que permitan un reconocimiento más cercano a la intuición de los resultados de los experimentos.
Los problemas sobre cómo deben entenderse ciertos aspectos de la mecánica cuántica son tan agudos que existen una serie de escuelas alternativas, que difieren por ejemplo en cuanto a si la teoría es subyacentemente determinista, o si algunos elementos tienen o no realidad objetiva, o si la teoría proporciona una descripción completa de un sistema físico.
El problema de la medida se puede describir informalmente del siguiente modo: Eso plantea un problema serio, si las personas, los científicos u observadores son también objetos físicos como cualquier otro, debería haber alguna forma determinista de predecir cómo, tras juntar el sistema en estudio con el aparato de medida, finalmente llegamos a un resultado determinista.
Pero el postulado de que "una medición destruye la coherencia de un estado inobservado e inevitablemente tras la medida se queda en un estado mezcla impredecible", parece que solo nos deja 3 salidas: El enunciado anterior, "una medición destruye la coherencia de un estado inobservado e inevitablemente tras la medida se queda en un estado mezcla impredecible, parece que sólo nos deja 3 salidas", es demasiado arriesgado y no probado.
En la práctica cualquier defensa o negación de la teoría cuántica no responde a razonamientos matemáticos deductivos sino a impresiones o sugestiones con origen en axiomas filosóficos totalmente arbitrarios.