Teoría de variables ocultas

Suponen una crítica a la naturaleza probabilística de la mecánica cuántica, la cual conciben como una descripción incompleta del mundo físico.

Creen en la existencia de teorías en que los comportamientos probabilísticos de la teoría cuántica se corresponderían con un comportamiento estadístico asociado a partes del sistema y parámetros que no nos son accesibles (variables ocultas).

Es decir, conciben las probabilidades cuánticas como fruto del desconocimiento de estos parámetros.

Pero una voz interior me dice que, de todos modos, no es ese el camino.

La teoría dice mucho, pero en realidad no nos acerca demasiado al secreto del Viejo.

En todo caso estoy convencido de que Él no juega a los dados.

"Cualquiera que no esté satisfecho con estas ideas [estadísticas] puede sentirse libre para suponer que existen parámetros adicionales, todavía no introducidos en la teoría, que determinen cada suceso individual"Más tarde John von Neumann, en sus «Fundamentos matemáticos de la Mecánica Cuántica» negó totalmente su existencia, basándose en una demostración físicomatemática, cuando dice: "...una tal explicación [las variables ocultas] es incompatible con ciertos postulados fundamentales de la mecánica cuántica".

Así con su demostración, probó que no eran posibles teorías de variables ocultas en mecánica cuántica "que pudieran restaurar el determinismo y el realismo en la física", siendo un respaldo a lo interpretado por la escuela de Copenhague.

En 1935, Einstein, Boris Podolsky y Nathan Rosen escribieron un artículo[3]​ que resaltaba la necesidad de una nueva teoría local de variables ocultas que sustituyese a la teoría cuántica.

En 1964, John Bell demostró un teorema que afirmaba básicamente que si existen variables ocultas, pueden realizarse ciertos experimentos en los que el resultado debería satisfacer una desigualdad llamada la desigualdad de Bell: si existe una teoría de variables ocultas local entonces debería cumplirse dicha desigualdad.