Grete Hermann

Este teorema tuvo una fuerte influencia en el desarrollo de la mecánica cuántica, y la refutación por Hermann permaneció casi desconocida durante décadas.

Su Die naturphilosophischen Grundlagen der Quantenmechanik,[3]​ publicado en Dinamarca, ha sido citado como "uno de los primeros y mejores tratamientos filosóficas sobre la nueva mecánica cuántica".

Algunos han especulado sobre el desarrollo histórico muy diferente que podría haber tenido la mecánica cuántica si la crítica de Hermann no se hubiera mantenido casi ignorada durante décadas.

En junio de 1936, Hermann recibió, junto con Eduard Mayo y Thilo Vogel el Premio Richard Avenarius.

[1]​ Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Hermann regresó a Alemania Occidental en 1946.