[7] Críticos como el escritor de ciencia ficción Greg Egan y la autora Margaret Wertheim, junto con varios científicos como Juan Ignacio Cirac Sasturain, opinan que el misticismo cuántico es una perversión de la física cuántica realizada por promotores mal informados de la pseudociencia.
Hammer también afirma que "los estudios de Schrödinger sobre el misticismo hindú nunca le obligaron a seguir el mismo curso que metafísicos cuánticos como David Bohm o Fritjof Capra".
Varias personas afirman que los aspectos místicos y Einstein no se mezclaban, pero de alguna manera algunas personas parecían pensar que sus teorías contribuían a la creencia del misticismo.
Marin se centra en la controvertida concepción del misticismo al describir las relaciones entre Bohr y Einstein.
Bohr intenta en repetidas ocasiones limpiar su nombre y el malentendido, pero en vano, está perdido.
[14] En 1961, Eugene Wigner escribió un artículo titulado "Remarks on the mind-body question" (Observaciones sobre la cuestión mente-cuerpo en español), en el que sugería que un observador consciente desempeñaba un papel fundamental en la mecánica cuántica,[15][16] una parte de la interpretación von Neumann-Wigner.
[23] El físico Murray Gell-Mann acuñó la frase " hazmerreír cuántico" para referirse al mal uso y la mala aplicación de la física cuántica a otros temas.
[30] Entre éstas pseudociencias se encuentra la curación cuántica, que asegura que a través de efectos de mecánica cuántica, la mente puede curar el cuerpo.
Su eficacia como terapia no ha sido demostrada y sus afirmaciones sobre la física cuántica son incorrectas, ya que los aspectos más antiintuitivos de la física cuántica no se presentan para sistemas macroscópicos como las personas.
Ninguna de estas pseudociencias ha sido avalada por la experimentación, ni están aceptadas por la comunidad científica.
La comunidad científica es muy crítica con este tipo de pseudociencias, principalmente con la que se relacionan con la medicina.
[31] En mecánica cuántica, muchos autores aceptan la idea de que la información sobre un sistema físico no se destruye aunque puede ser inaccesible.
En 1998 Deepak Chopra fue premiado por el Premio Ig Nobel en física por "su interpretación única de la física cuántica que la hace aplicable a la vida, la libertad, y la búsqueda de la felicidad económica.".