Síndrome de Tourette

Tourette traduce el artículo al francés y lo publica en la revista Archives de Neurologie.

Tourette continúa la búsqueda de trabajos científicos que describieran síntomas del mismo tipo y analiza los casos llamados Latah o Miryachit.

[5]​ Su investigación lo lleva a distinguir esta enfermedad como un trastorno neurológico, si bien las condiciones cognitivas son normales y, en coincidencia con Charcot, determina que era degenerativa e incurable.

Se caracteriza por la presencia de múltiples tics motores y al menos un tic vocal o fónico.

[8]​[9]​ No obstante, las evaluaciones objetivas indican que hasta el 90 % de los adultos sigue mostrando tics leves, aunque en ocasiones pasan inadvertidos.

[10]​ El TOC asociado puede aparecer durante la infancia, la adolescencia o la edad adulta temprana.

Existe una estrecha relación entre los trastornos por tics (TTs) y el síndrome de Tourette.

Sin embargo, muchas personas experimentan problemas adicionales (comorbilidad) como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), en el cual la persona siente que algo «debe» hacerse repetidamente; el trastorno de déficit de atención (TDAH), en el cual la persona tiene dificultades en concentrarse y se distrae fácilmente;[11]​ diversos trastornos del desarrollo del aprendizaje, los cuales incluyen dificultades de lectura, escritura, aritmética y problemas perceptuales; y trastornos del sueño, que incluyen despertarse frecuentemente o hablar dormido.

No obstante, hay medicamentos disponibles para ayudar a los pacientes cuando los síntomas interfieren con las tareas cotidianas.

No existe un solo medicamento útil para toda persona con síndrome de Tourette.

Algunos pacientes que necesitan medicamentos para reducir la frecuencia e intensidad de los tics, pueden ser tratados con fármacos neurolépticos como haloperidol y pimocida.

Estos efectos secundarios pueden reducirse mediante fármacos usados comúnmente para tratar la enfermedad de Parkinson.

Otros efectos secundarios como fatiga, depresión, ansiedad, aumento de peso y dificultad en pensar claramente pueden ser más molestos.

Flufenacina y clonazepam pueden recetarse para ayudar a controlar los síntomas de los tics.

Para las conductas obsesivo-compulsivas que significativamente interfieren con el funcionamiento cotidiano se puede recetar fluoxetina, clomipramina, sertralina y paroxetina.

La terapia conductual es un tratamiento que enseña diferentes maneras de controlar los tics a las personas con ST.

Sin embargo, la mayoría de las personas que heredan los genes no desarrollan síntomas lo suficientemente graves para justificar tratamiento médico.

Aunque no hay cura para el síndrome de Tourette, muchos pacientes mejoran a medida que maduran.

Para ello, tanto los padres como los profesionales de la educación (profesores, educadores, psicólogos, psicopedagogos, entre otros), tienen que estar debidamente informados sobre el modo en que los tics y otros síntomas del síndrome (ST) pueden afectar al rendimiento y comportamiento de un alumno.

El síndrome de Tourette puede estar asociado al TDA e hiperactividad; en muchos casos, este trastorno aparece antes que los tics.

Esto es necesario para que sepan minimizar la atención y la importancia a los tics del alumno, contribuyendo a la disminución de estrés del mismo, con lo cual los tics se pueden manifestar con menos intensidad y en menos ocasiones, además de evitarle mayores conflictos interpersonales.

Ejemplos de tics motores