[11] El término «leonés» también se ha venido utilizando históricamente por ciertos autores, desde que Menéndez Pidal publicase en 1906 su estudio Sobre el dialecto leonés, para referirse a la totalidad del idioma, cuya ubicación tradicionalmente se ha situado desde Cantabria hasta Extremadura aunque actualmente en estas dos últimas comunidades solo se hablan dialectos de transición con el castellano, como también sucede con las hablas tradicionales de la provincia de Salamanca.
Por otra parte, dada la poca aceptación social y política de denominar leonés al idioma en Asturias, y asturiano al idioma en otras partes del dominio como León o Zamora,[12] hoy en día una parte importante de los autores y especialistas prefieren referirse al conjunto del mismo como asturleonés, si bien otros siguen empleando las denominaciones regionales o comarcales (como asturiano, leonés, mirandés, etc.).
[21] El asturleonés es un idioma evolucionado del latín, y se engloba dentro de las lenguas romances iberorrománicas.
Ver más tablas comparativas La transformación del latín al leonés se produce de un modo progresivo e imperceptible como sucede en el resto de las lenguas, así que es imposible datar con precisión cuándo el latín se convierte en leonés.
[13] Es por tanto, una lengua que se emplea a nivel administrativo, público y privado: testamentos, cartas de venta, todo en este periodo está redactado en romance asturleonés.
[41][42] En este periodo se percibe un acercamiento hacia la consecución de una homogeneización lingüística que pudiera tener un uso cancilleresco.
Es en este momento con el Romanticismo, al igual que en toda Europa, cuando las lenguas cobran un empuje en la literatura y en la cultura de entonces.
Eva González Fernández, nacida en Palacios del Sil, es la escritora más importante en lengua leonesa de este periodo.
Su escritura surge totalmente de la tradición oral, siguiendo inclusive su métrica, estilo y mismo ritmo.
Menéndez Pidal realizó en 1906 un estudio sobre todo el dominio lingüístico asturleonés, creando una escuela que marcará la pauta no sólo de la filología española, sino también internacional.
[82] Lingüísticamente se considera que dentro del dominio lingüístico asturleonés, las denominaciones conocidas como leonés, asturiano o mirandés forman parte de una macrolengua, entendida como una lengua que existe en forma de diferentes variedades lingüísticas,[84] en donde los trazos isoglóticos, especialmente en el vocalismo y en los grupos cultos, evolucionan de occidente a oriente compartiendo así algunos rasgos con el galaicoportugués y el castellano.
Asimismo, compararon esta situación con la de otras comunidades autónomas en las que sí se amparaba el patrimonio lingüístico distinto del castellano, siendo o no lenguas oficiales.
Estas acciones han sido realizadas por asociaciones culturales y algunas instituciones: La literatura escrita en leonés, como tal, no lo es prácticamente hasta bien entrado el siglo XX.
Et yo don Alvaro, com mia mulle, donna Teresa, assi lo vendemos al abat pora el monesterio quanto y avemos: casas, terras, vinas, linares, arbores, pastos, montes, molineras, exidas, todo lo vendemos al abat por XXX moravedis, que nos deron, ye somos pagados de todos los maravedis ye del rovramento de la carta.
Y yo don Álvaro con mi mujer doña Teresa, así se lo vendemos al abad para el Monasterio, [todo] quanto allí tenemos: casas, tierras, viñas, linares, árboles, pastos, montes, molinos, cercados (sic salidas), todo lo vendemos al abad por treinta maravedíes que nos dieron y quedamos pagados con todos estos maravedíes y de [los gastos de] la firma (corroboración) de la carta.
La ñobre ñiversidá Della vuesa Salamanca Ño vos anda endebre y manca, Que par Dius vallente está.
La noble universidad De vuestra Salamanca No os anda endeble y manca, Que por dios valiente está.
A partir del siglo XIV la literatura leonesa fue generalmente popular y trasmitida oralmente, manifestándose principalmente en cuentos, leyendas, refranes, romances o cantares.
Cuandu me paríu mi madre Paríume nuna escudiella Vino’l gatu y comieume Cuntando que yera morciella.
las chêtras y’acentus marquen la pernunciación, trupiezu cun tantas ya tales irregularidades nus verbus, qe.
Amigu, cumu acho muitas dificultades pa escribir mieu idioma maternu nun puede pur guei estenderme mas (…)».
Amigo, como hallo muchas dificultades para escribir en mi idioma materno no puedo por hoy extenderme más (…)».
Delantre estos asadores Que respetorun las fieras, Nun temádes en culgare Llardu, butiellu y murciellas.
Prepará lus aguinaldus, Mas que sean de regiellas, Y nusóutrus vus daremus, Cagayas pa las mundiellas.
Delante de estos asadores Que respetaron las fieras, No temáis en colgar Tocino, botillo y morcillas.
Preparad los aguinaldos, Mas que sean de rejillas, Y nosotros os daremos, Cagarrutas para las escobas del horno.
En 1921 se publicó la novela costumbrista «Entre Brumas» del astorgano José Aragón Escacena, quien fuera maestro rural en una aldea cabreiresa.
Junto a su hijo Roberto González-Quevedo han sido unos de los autores más destacados en dialecto paḷḷuezu.
En Laciana surgió un movimiento en defensa del patrimonio cultural autóctono al que se sumaron nuevos escritores en leonés (González-Banfi, Néstor Baz, Severiano Álvarez, Emilce Núñez, etc), en su mayoría gracias a la revista El Calecho, que se editaba en Villablino.
Entre tanto aparecen nuevos nombres en el panorama literario de León y Zamora que constatan el creciente interés por esta lengua: Juan Andrés Oria de Rueda, Francisco Pozuelo, Emilio Gancedo, Ramón Rei, Dori Barrio.