Consonante fricativa

Desde el punto de vista acústico, son consideradas fricativas, espirantes y continuas, debido a que lo más audible en ellas es la fricción que produce el aire al pasar a través de la estrechez formada entre los órganos articulatorios.

En español hay seis fonemas cuyo alófono principal es un sonido fricativo: Además, encontramos tres alófonos con realización normalmente aproximante, pero ocasionalmente fricativa, que provienen de las consonantes oclusivas sonoras: La bilabial sonora está representada por el símbolo [ƀ].

Es una variante, un alófono del fonema oclusivo bilabial sonoro /b/; ortográficamente no suponen ninguna diferencia.

Para la realización de este sonido los labios se estrechan sin llegar a cerrarse, formando una estrechez por donde sale el aire.

Ejemplos fonéticos: [beθíno] (vecino) [koθér] (cocer) La consonante fricativa linguointerdental sonorizada se representa así [ẓ].

Ejemplos fonéticos: [mayoráẓǥo] (mayorazgo) [xúẓǥar] (juzgar) [djéẓmo] (diezmo) Para la articulación de la consonante linguoalveolar sorda [s] el ápice de la lengua se acerca a los alvéolos, dejando una pequeña abertura por donde se escapa el aire.

Se realiza como tal siempre que no preceda a ninguna consonante sonora.

La consonante fricativa linguoalveolar sonora [z] se realiza como tal cuando la ‘s’ se encuentra en posición final de sílaba y precediendo a una consonante sonora, lo que produce que su articulación sea breve y suave.

Para la articulación de esta consonante la lengua se adhiere a la parte media y anterior del paladar duro, dejando por el centro un pequeño canal por el que discurre el aire.