Verbo

El verbo es una parte de la oración, concretamente una categoría léxica, que expresa una acción, movimiento, existencia, consecución, condición o estado del sujeto.

El verbo es la parte variable de la oración que indica acción, proceso o estado.

En la mayoría de lenguas flexivas existen tres categorías gramaticales típicas del verbo.

El tiempo gramatical es una categoría que se refiere a la referencia temporal (relativa o absoluta según las lenguas), que permite ubicar el orden cronológico de los eventos y acciones.

En lenguas semíticas muchas formas verbales expresan el género gramatical del sujeto.

El llamado complemento circunstancial no es obligatorio en ningún caso, por lo que sintácticamente es un adjunto del sintagma verbal.

Semánticamente el complemento directo suele asumir un papel temático de paciente o tema, mientras que el complemento indirecto suele recibir un papel temático de beneficiario o recipiente.

Los complementos circunstanciales no son argumentos verbales ya que pueden omitirse, pero cuando están presentes completan el significado de la predicación expresando modo, lugar, tiempo, etc.

Muchos verbos requieren solo un argumento (intransitivos) cuyo papel temático frecuentemente es un experimentador.

En español algunos de los verbos que requieren un agente como uno de sus argumentos pueden aparecer en diátesis transitivas o intransitivas: Otros verbos transitivos del español son rígidamente intransitivos y no admiten esta duplicidad de diátesis: La segunda oración no es directamente interpretable sin inferencias pragmáticas adicionales, ya que devorar no admite aquí una diátesis intransitiva.

Como la terminación es distinta para cada persona, el uso de pronombres sujeto se considera a menudo redundante.

En chino el verbo tiene siempre la misma forma y no tiene variación según persona, número, aspecto, tiempo o voz.

Además en chino, japonés y otras lenguas, los adjetivos son de hecho verbos estativos.

Algunas lenguas amerindias como el náhuatl (familia utoazteca) o el Xwlemi (familia salish) no presentan diferencia formal entre nombres y verbos, pudiendo cualquier raíz que funciona como nombre conjugarse según la persona gramatical.

Las irregularidades morfológicas de cualquier tipo son más comunes en los idiomas fusionales, menos en los aglutinantes y prácticamente no existen en los aislantes.

Los verbos regulares son, por el contrario, aquellos que se atienen estrechamente a los paradigmas o modelos de conjugación más usados en la lengua.

En español las irregularidades se presentan diferenciadas en los llamados tiempos verbales primitivos, que son el presente del modo indicativo («Yo quepo»), el pretérito perfecto simple del indicativo («Yo cupe») y el futuro simple del mismo modo («Yo cabré»); es posible determinar si un verbo es o no irregular conjugándolo en esos tres tiempos y viendo si se atiene a las reglas de conjugación a las que se adaptan los demás verbos.

Los verbos regulares son aquellos que se atienen estrechamente a los modelos de conjugación.

La mayoría de estos verbos, por razones lógicas, se refieren a fenómenos meteorológicos.

Los verbos defectivos son aquellos en los que no se cumple el paradigma de conjugación completo.

Algunos ejemplos de verbos defectivos en español son: En latín los verbos meteorológicos (pluit 'llueve', tonat 'truena', fulgurat 'relampaguea', ninguit 'nieva', son defectivos; aunque también lo son verbos que expresan deber o necesidad (libet 'agrada', licet 'es lícito', decet 'es adecuado', dedecet 'no es adecuado', oportet 'es necesario', refert 'importa', etc.) y otros que expresan sentimiento (piget 'tener pena', poenitet 'arrepentir', miseret 'tener compasión', etc.).

Son aquellos verbos que poseen un significado mínimo, de forma que su presencia o su ausencia no cambian el significado al sujeto y por ello son casi prescindibles (diciendo «la casa es azul» diríamos prácticamente lo mismo que diciendo «La casa azul»); por ello, en vez de seleccionar objetos directos afectados por el verbo, rigen un tipo de complementos diferentes llamados atributos oracionales, que son mutables o sustituibles por el pronombre átono «lo».

Representación gráfica de los tiempos verbales del indicativo