Gerundio

Junto con el participio, el infinitivo, y otras, el gerundio es una de las formas no personales del verbo, también llamadas verboides.

En general el gerundio puede adoptar dos formas: la simple —por ejemplo, comiendo— y la compuesta, construida mediante el uso del verbo auxiliar haber —habiendo comido—.

[1]​ Existen dos modalidades para la construcción del gerundio, en función de la conjugación a la que pertenece el verbo.

Pero, a todos los efectos, incluso en el plano fonético, el resultado es el mismo en otros casos (con la excepción del yeísmo).

[6]​[7]​ Varios autores achacan este uso no normativo del gerundio a préstamos de otras lenguas, como el inglés, el francés[8]​[9]​ o incluso el árabe.

28.12b) da como ejemplo válido: Estando trabajando en este asunto, me enteré de muchas cosas.

Sin embargo, los normativistas sí consideran correcta la siguiente oración, como caso excepcional, puesto que existe la posibilidad de relacionar al gerundio con el verbo principal, ver con recoger:

[21]​ Casos particulares: Los normativistas consideran incorrecto el uso de un gerundio que complementa a un objeto directo inanimado.