Infinitivo

Hay idiomas sin un infinitivo estricto, como el griego moderno, que usan diversas estrategias para colocar un verbo en una oración sustantiva.

El nombre infinitivo procede del adjetivo latino īnfīnītīvus que significa ‘sin límite’, y era considerado a veces uno de los modos de la gramática latina (entendiendo «modo» no en el sentido actual de modo, sino como un término genérico para indicar una forma gramatical).

Como sustantivo verbal que es, el infinitivo es una forma apta para expresar la idea de una acción como noción general, sin especificar las circunstancias de su realización particular (cómo, cuándo, qué o quién), lo que explica que lo encontremos en muchas tradiciones lexicográficas (por ejemplo en español, francés o italiano) como entrada (lema) en el diccionario agrupando todas sus formas conjugadas (otras lenguas usan otras formas: por ejemplo en griego antiguo se suele usar la primera persona singular del presente de indicativo).

Sintácticamente el infinitivo presenta rasgos característicos del verbo (admite complementos como un verbo en forma personal) y de un sustantivo (puede aparecer en las posiciones características de un sustantivo, principalmente como sujeto, objeto directo y atributo.

Por lo tanto, las variaciones en la interpretación temporal, modal, etc del infinitivo no se manifiestan en cambios morfológicos.

El infinitivo puede aparecer en todas las posiciones características del sustantivo e ir determinado por un artículo.

Pueden recibir el artículo y ocupan en la oración todas las posiciones características de un sustantivo.