Además frecuentemente en las lenguas la deixis o indicación de dicho tiempo (T) se acompaña de manera conjunta con otros aspectos no deícticos como el aspecto gramatical (A) o el modo gramatical (M).
El sistema verbal posee distintas formas destinadas a expresar el tiempo según la distancia con el presente sea mayor o menor.
Así, tenemos formas llamadas presente anterior, con las que hacemos referencia a hechos sucedidos hace muy poco; por ejemplo, en español peninsular se utiliza el pretérito perfecto compuesto: Hoy he comido estofado de ternera.
En español, el futuro simple de indicativo nos mostrará una acción no realizada aún, pero vista como cierta: Compraré las entradas mañana mismo.
En las lenguas con un sistema de tiempo relativo, este funciona generalmente en oraciones dependientes o subordinadas.
El español usa la perífrasis verbal ir a VERBO para expresar un futuro relativo: En (2a), todos los acontecimientos ya habían sucedido en el momento de pronunciar la oración; sin embargo, el ir a ver es futuro relativo respecto a escuchar; igualmente, en (2b) ir a ver ocurre en el futuro relativo de escuchar, aunque en esa oración se refiere a un hecho hipotético; finalmente, el futuro simple del español (2c) solo puede referirse a hechos no sucedidos en el momento del habla (salvo en relatos históricos o como recurso retórico): En español y en otras lenguas románicas, los tiempos verbales son siempre combinaciones de tiempo gramatical y aspecto gramatical ya que el español es una lengua fusionante en la que estas dos categorías aparecen fusionadas en los morfemas flexivos del verbo.