Contrasta con el plural y a veces con el dual u otras variantes del número gramatical.
En las lenguas del mundo lo más frecuente es que el singular no tenga una marca explícita y el plural se marque mediante un morfema adicional.
Por ejemplo, en castellano el morfema que indica singular es el llamado morfema nulo, Ø, que no corresponde con ningún sonido o grafía: En muchos idiomas, como el inglés, prácticamente ocurre lo mismo.
Sin embargo no en todas las lenguas el morfema de singular es nulo: en ruso, por ejemplo, el morfema para nominativo singular del género femenino es normalmente -a, o la versión palatalizada, -я.
Así, del plural orang-orang (hombres) hay el singular orang.