Todos estos «nombres», «dones» o «frutos» van implícitos en la expresión «Espíritu Santo» y hacen de ella una noción teológica muy rica.Por ello el Credo niceno dice del Espíritu Santo que es «señor y dador de vida».Los exegetas cristianos también identifican al Espíritu Santo en la expresión «dedo de Dios», que aparece en varios lugares del Antiguo Testamento.La teología judeocristiana afirma que el Espíritu Santo inspiró los dichos y las acciones de los profetas bíblicos.Además, están los conocidos como profetas menores Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Najum, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías.La primera decisión del Espíritu es retirar al desierto a Jesús durante cuarenta días, donde será tentado en tres ocasiones Lucas.Este es un ejemplo donde, a pesar de no existir ninguna mención explícita al Espíritu Santo, el pasaje es interpretado como tal.[27] Expresiones como «la subida al monte» o «el matrimonio espiritual» tienen un largo arraigo que se remonta a los Padres de la Iglesia.Su importancia en los primeros siglos del cristianismo queda atestiguada por su mención explícita en la sección litúrgica de la Didaké, en concreto en (VII, 1-4).La epístola a los romanos contiene la principal exposición de la teología paulina y numerosas menciones al Espíritu Santo.La frase en Idioma hebreo Ruaj ha-Kodesh (escrito en alefbeth: רוח הקודש ,en español pronunciado: Ruaj ha Kodesh en inglés aproximadamente como :Ruah (h)a Kodesh); siendo la palabra Ruaj o Ruah equivalente a Espíritu, Ha al artículo español El y Kodesh el adjetivo que significa -en sentido positivo- Santo o Sagrado], "espíritu santo" y también transcrito ruaḥ ha-qodesh) es un término usado en la Biblia hebrea (El Tanaj) y los escritos judíos para referirse al espíritu de YHWH (רוח יהוה).También se refiere a la fuerza divina, la calidad, y la influencia santa de Dios, el universo o sobre sus criaturas, en determinados contextos.La prolongada tensión entre ortodoxia y heterodoxia fue el mecanismo selectivo que, en el siglo IV, dio lugar a la concreción de fórmulas concisas, los símbolos o credos, que hoy conocemos como la base teológica, más o menos estable y mayoritaria, de la religión cristiana.Así, Sabelio quería aclarar la relación entre Padre, Hijo y Espíritu Santo sin contradecir el estricto monoteísmo judío.Dicho comienzo ontológico puede ser muy remoto, ciertamente, pero esa apreciación cuantitativa pierde su importancia frente al modo intemporal de existencia que se le atribuye a Dios.No así en el otro caso donde la procedencia se realiza en un estado que la liturgia y la literatura cristianas han descrito con la fórmula: «antes de todos los siglos».Los intentos por conciliar ambas visiones se traducían en diversas variantes teológicas que rebajaban la dignidad de Jesucristo, considerándolo un hombre muy evolucionado (ebionismo) o un ángel excelso (arrianismo).La segunda tendencia que se quiso sortear fue el politeísmo pagano, habitual en las religiones caldea, egipcia y grecorromana.Con este fin, la formulación del dogma trinitario fue realizada utilizando dos términos provenientes de la filosofía griega, a los que se dio un significado teológico muy preciso.Por medio de Cristo, Dios restituye a la naturaleza humana su dignidad espiritual haciendo posible, ahora sí, que cada persona, por un esfuerzo personal, se salve.Su cristología nunca utiliza expresiones como «Jesús» o «Cristo» y sí ciertas designaciones angelológicas: «Ángel Santísimo», «Ángel Glorioso», «Miguel», etc.[67] Justino ofrece afirmaciones que parecen identificar al «pneuma» con el «logos» aunque acepta la fórmula trinitaria para la celebración del bautismo.Su posición podría ser considerada como subordinacionista dado que aun cuando reconoce la divinidad de las tres personas, propugna una cierta jerarquía entre ellas.Las fórmulas utilizadas por Orígenes para describir la Trinidad y el papel del Espíritu Santo generaron grandes discusiones, máxime porque sus discípulos fueron exagerando su posición.Sin embargo, la doctrina pneumatómaca seguía haciendo prosélitos incluso en Constantinopla por lo que Gregorio de Nacianzo usó sus «Discursos teológicos» para intentar una confutación definitiva (véase, por ejemplo, el capítulo V número 5).Hacia fines del siglo IV, los pneumatómacos todavía tuvieron disputas con Teodoro de Mopsuestia y hacia el año 48 Nestorio obtuvo del emperador medidas represivas (ya que tenían una iglesia incluso en Constantinopla) que obligaron a muchos a pasar al credo nicenoconstantinopolitano.Suya es sin embargo su consumada habilidad como polemista y comunicador que demostró en los cinco discursos teológicos donde trata el tema.Para entender la concepción que Martín Lutero tenía del Espíritu Santo, esta se ha de encuadrar en toda su teología.Por ello se dedicó a estudiar el texto bíblico y rechazó toda doctrina que estuviera en conflicto con las Escrituras.En 1458, Gregorio persuadió a pequeños grupos para que lo siguieran, se establecieron en la ciudad de Kunvald donde fundaron una comunidad religiosa.Jn 1:32) y que ya se venía usando abundantemente en el arte: por ejemplo, Piero della Francesca en su Bautismo (1440-45).
El Espíritu Santo suele ser representado con una
paloma
blanca que representa la pureza, otras representaciones son el
fuego
(simboliza la energía transformadora), el
agua
(simboliza su acción en el bautismo) o el
viento
(simboliza que no lo podemos ver).
Representación en piedra del Espíritu Santo: su santidad queda indicada con la orla de la cabeza.
Clave
en la iglesia de San Miguel de Michaelsberg (Cleebronn, Alemania).
Ejemplar de la
Restitución del Cristianismo
de
Miguel Servet
.
Retablo mayor de la
Cartuja de Miraflores
(
Burgos
, España). En el medallón central, Dios Padre y el Espíritu Santo (ambos con forma humana) sostienen los extremos del travesaño de la cruz.