Subordinacionismo

En general, es unánime la opinión de los estudiosos en el sentido de que el subordinacionismo no constituyó una herejía propiamente dicha, puesto que si bien contrariaba la ortodoxia de la doctrina, nunca pretendió –por parte de sus propugnadores- constituirse en una doctrina oficial, sino un intento, una mera opinión teológica que, al ser llamados sus autores por la Iglesia a atenerse fielmente a las doctrinas ortodoxas, estos se sometieron a sus dictados pacíficamente.

No sólo fue escritor sino también obispo, historiador, predicador, topógrafo, crítico, exégeta y apologista.

En los textos de Juan 14:28 y en Efesios 4:6 muestra como el «Hijo» está subordinado al «Padre».

Haciendo alusión al texto de Juan 17:3 dice: Taciano nació en Siria.

Taciano, tenía en gran estima la creencia en «un único Dios, Creador de todas las cosas».

La mayoría de eruditos concuerdan en que nació en Cartago (África del Norte).

En aquel tiempo, un asunto muy debatido entre los que decían ser cristianos era la relación entre «Dios» y «Cristo».

Sin embargo al contrarrestar el modalismo, mientras procuraba probar la divinidad de Jesús mediante otra teoría, acuñó la fórmula «una sustancia, tres personas».

Las conclusiones alcanzadas por el concilio se expresaron en un texto que especificaba todo lo que debía creer un cristiano para ser considerado tal; sobre todo las nociones relativas a la relación entre las potencias divinas, y en eso especialmente la naturaleza divina de Jesús, su génesis por el Padre y la naturaleza del Espíritu Santo.

Quizás el mejor resumen de los argumentos bíblicos que tenía Isaac Newton para repudiar la Trinidad y apoyar el Subordinacionismo se encuentran en catorce argumentos, escritos en latín, para muchos de los cuales suministra citas bíblicas.

Entre otras razones para rechazar la enseñanza de la Trinidad y apoyar el subordinacionismo, Newton declaró: La Trinidad enseña, que el Hijo es igual al Dios Padre en eternidad, poder, posición y sabiduría.

Los apologistas y otros primitivos Padres de la Iglesia reflejaron en gran medida lo que enseñaron los cristianos del primer siglo acerca de la relación entre el Padre y el Hijo.

Hay autores contemporáneos que hablan y escriben del subordinacionismo de la siguiente manera:

La "Trinidad celestial" se une a la "Trinidad terrenal" a través de la Encarnación del Hijo – Las dos Trinidades de Murillo (aprox. 1677)