Dídimo el Ciego

[12]​ Se conservan igualmente algunos fragmentos sobre el Eclesiastés y uno tan solo al Cantar de los Cantares.[13]​ Asimismo se tiene noticia por San Jerónimo de que comentó el libro de los Salmos, del que se conservan numerosos pasajes.Finalmente, se tiene noticia por Casiodoro[22]​ de que Dídimo compuso una Expositio septem canonicarum epistolarum y que traducida al latín por Epifanio el Escolástico[23]​ ha llegado hasta hoy; el original, en cambio, se conserva muy fragmentariamente.El original griego del libro De Spiritu Sancto[24]​ se ha perdido, quedando solamente la versión latina hecha por San Jerónimo.Su libro Contra Manichaeos del que nos da razón San Juan Damasceno[26]​ se conserva en griego.[27]​ El libro De dogmatibus et contra Arianos, mencionado por San Jerónimo,[28]​ se identifica hoy con el libro IV y V agregado por muchos manuscritos al Contra Eunomium de San Basilio.[30]​ Según San Jerónimo[31]​ Dídimo escribió una obra sobre la muerte de los niños.Finalmente, E. Stolz atribuye a Dídimo los siete diálogos De Trinitate[32]​ que se habían conservado previamente otorgándoselos a Atanasio, Máximo el Confesor[33]​ y otros.Para demostrar su existencia usa como argumento las palabras de Cristo: «mi alma está triste» y aquellas otras: «Padre en tus manos encomiendo mi espíritu», aunque estas últimas bajo forma hipotética.No hay duda que enseña la existencia de dos naturalezas en Cristo así como la unidad de persona del Hombre-Dios y por ello resulta que la Virgen es Theotokos (cf.Respecto al Espíritu Santo, para Dídimo este no cae en el ámbito de la criatura, sino, más bien es Dios.
Dídimo el ciego