La Ruta de Don Quijote se convierte en 2005, con motivo del IV centenario de la publicación de la primera parte del Quijote (1605-2005), en una ruta ecoturística de 2500 km publicada por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que abarca una buena parte de la geografía castellano manchega.
Está pensada para hacerse en caballo o bicicleta y las etapas a pie deberían dividirse en dos partes.
El objetivo es recorrer todos los lugares que visitó el Quijote apartándose de las carreteras.
Se puede dividir en diez tramos, cada uno de los cuales consta de varias etapas.
[1] La Ruta de Don Quijote, con un presupuesto en su día de 40 millones de euros procedentes de la Junta de Castilla-La Mancha y que recorre unos 148 municipios, se convirtió durante un tiempo en itinerario cultural europeo,[2] después del Camino de Santiago (1987) y las Rutas del legado andalusí,[3] (1997), formando parte de una lista de los que han llegado a ser 45 itinerarios culturales europeos,[4] como El Itinerario Mozart, la Ruta de los Celtas, la Ruta Vikinga, la Ruta de los Fenicios, la Ruta del Olivo o la de las Abadías cistercienses, pero en la evaluación 2011-2012 se retiró de la lista.