La zona donde se asienta La Fuensaviñán posee unas características muy marcadas de los periodo representados en ella.
La historia de la Tierra dejó las huellas del mar Jurásico en sus piedras.
La Edad del Hierro forzó el cambio de cultura y asentamientos en la zona.
El territorio bajo su dominio tenía sus límites en dos vías romanas: la de Augusta Emerita a Cesar Augusta en su camino hacia Segontia y la vía que unía las salinas de Saelices con Cifuentes.
Este nuevo terrateniente godo estableció su villa en Renales, y a partir de ese momento y hasta la conquista de la península ibérica por el general árabe Tarik, se desconoce la suerte que correría el establecimiento hispanorromano.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 106 habitantes.
Con tal motivo existe en el pueblo un área recreativa de esta Ruta junto a las fuentes romanas al inicio del camino que conduce en dirección a La Torresaviñán, Torremocha del Campo y Sigüenza, estando el camino perfectamente señalizado mediante balizas y paneles informativos.