Bernardo de Agén

En el mismo grupo vendría también su hermano Pedro, que llegaría a ser obispo de Palencia, y su tío materno también llamado Pedro, que lo sería de Segovia.

[2]​ En 1118 la reconquista a los almorávides de Alcalá por el arzobispo de Toledo y la toma de Zaragoza por Alfonso I el Batallador fueron el acicate para que el futuro rey Alfonso VII, hijo de la reina Urraca, quisiera recuperar todas las tierras que en su momento conquistó su abuelo, Alfonso VI, y frenar el avance de las conquistas del rey aragonés en tierras castellanas, ya que en pocos años había conquistado Calatayud, Medinaceli, Soria y Atienza; para lograrlo se apoyó en el arzobispo de Toledo, quien restauró algunas antiguas sedes episcopales castellanas, aún en manos musulmanas, encargando a sus obispos la tarea de reconquistarlas.

Así al menos desde 1115 Bernardo firmaba como obispo de Sigüenza, pero solo en 1121 recibió la consagración episcopal por manos del arzobispo toledano.

[4]​ Instituyó el cabildo de la catedral en 1135, recibiendo la aprobación del papa Eugenio III.

Asistió a los concilios de Reims, Palencia, Carrión, Burgos, León y Valladolid; no estuvo presente en el concilio lateranense de 1139, aunque a través de sus delegados alcanzó del papa Inocencio II la solución al pleito mantenido con las diócesis de Osma y Tarazona tocante a sus respectivos límites territoriales.