Renales
[1] Renales está a 1081 m sobre el nivel del mar, en latitud 40°54′46″ N y longitud 2°31′35″ O.La primera correspondiente a las zonas de cultivo intensivo situadas al oeste y norte del pueblo, se corresponde con el Lías o Jurásico Inferior.La segunda corresponde al Mioceno terrestre, formada por los depósitos previos a las glaciaciones y por las cuatro grandes glaciaciones que formaron las terrazas del río Tajuña y el cañón por el que este discurre en la actualidad.Ocasionalmente aparecen los buitres negros que habitan la cercana reserva natural del Río Dulce, en busca de alimento.En el propio casco urbano han aparecido restos neolíticos y visigodos, así como un castro celtíbero en sus cercanías.En este sentido, son significativos los restos celtíberos que permitieron identificar un castro sobre el Tajuña, abandonado durante la romanización de la península.Cabe pensar que las fronteras vinieran determinadas por las vías romanas, a saber, la emérita augusta (NII) -que discurría al oeste de su actual trazado, cercana a Pelegrina-; la vía que une Cifuentes con Saelices de la Sal; y finalmente los restos de una vía trazada entre Saelices y Villaverde del Ducado, destinada a llevar la sal hasta la Emérita Augusta (NII).Allí se consignan también, dentro del actual término municipal, dos pueblos más: Villacabras y Pozuel, hoy despoblados, cuyas tierras fueron divididas e incluidas en los términos municipales colindantes: Laranueva, Renales, Abánades y Torrecuadrada.La pacificación permite, además, asignar territorios mayores en extensión a un único lugar o núcleo poblacional.Este proceso genera una gran abundancia de pueblos desaparecidos, los cuales fueron recogidos y estudiados magistralmente por Gómez Moreno.Un tercer pueblo, llamado Lazba, con una extensión no inferior al actual Renales, presenta sus ruinas en el paraje denominado Alto del Alba.El propio Gómez Moreno lo recoge en sus estudios, pero sin poder determinar a qué época histórica pertenece.Parece lógico que en el siglo XII lo más importante fuera poderse comunicar entre los pueblos las ofensivas lanzadas por los musulmanes contra el nuevo territorio cristiano del Señorío de Molina.Las cofradías aportan a Renales sus fiestas, hoy tradicionales, y las obras artísticas que de valor quedan en el pueblo.Aunque encontramos numerosas menciones a celebraciones populares, citaremos solo dos por haber llegado hasta nuestros días.La imagen de la Virgen ubicada en la misma se bajó en procesión a la iglesia parroquial, donde permaneció cuatro años.A mediados del siglo XIX, el lugar, por entonces con ayuntamiento propio, contaba con una población censada de 175 habitantes.Los acontecimientos más significativos del siglo XX serán los asociados a la Guerra Civil y al despoblamiento en la década de 1960.Renales es ocupado por las tropas de los sublevados, que incluyen numerosos soldados italianos y moros.En las décadas de 1980 y 1990 los emigrados restauraron o erigieron nuevas casas en el casco municipal, mientras se arruinaban otras.La restauración de la iglesia parroquial ha recuperado recientemente la arcada renacentista del pórtico, que fue cegada en el siglo XVIII.Los pastos son gestionados por la Cámara Agraria, cuyo representante percibe el monto pagado por el pastor o pastores que tengan concedida la explotación, y lo reparte a su vez entre los vecinos propietarios de pastos, en proporción a las hectáreas en propiedad.Los montes, por su parte, son concedidos por la Diputación de Guadalajara para su explotación única y exclusiva por aquellos vecinos que tengan en propiedad una casa en el pueblo, los cuales tiene derecho a la corta anual de una suerte (denominación del terreno asignado para la corta).