El Ballestero

Esta civilización se manifiesta a través de restos arqueológicos en la necrópolis ibérica del Ojuelo y en el Villar de Pontezuelas, así en lugares más apartados como Villaverde, El Campillo y Villalgordo.

En este mismo siglo y por orden de Carlos II, adquirió autonomía propia.

Se tienen que pasar tres cruces, el primero con la carretera Villarrobledo-Tomelloso, el segundo con la carretera Villarrobledo-Ossa de Montiel, siempre seguir recto, y en el tercero, después de unos 35 km desde Socuéllamos, continuar recto atravesando una pequeña aldea (Sotuélamos) y en dirección a El Bonillo, a unos 11 km; al llegar allí se gira a la derecha cogiendo la CM-3133 (Munera-Robledo) y en 14 km se llega al municipio.

Comenzó su construcción en las centurias de los siglos XIV-XV; pies del templo hoy muy modificados.

De esta época se conserva el crucero con una bóveda con crucería y el presbiterio.

El interior del templo se caracteriza por tener una sola nave, una cubierta plana y una bóveda de crucería estrellada que arranca de columnas estriadas adosadas a la pared.

Paulatinamente la edificación irá creciendo junto con la comunidad a la que debía satisfacer.

Sus características que fueron inicialmente románicas se vieron modificadas posteriormente por diferentes estilos.

De esta manera el templo muestra en la actualidad un amplio abanico arquitectónico desde el gótico hasta nuestros días.

Como anécdota iconográfica vemos como en el eje central se representa la Santísima Trinidad, en la parte superior, entre ráfaga la paloma, símbolo del Espíritu Santo, en el centro la Virgen de la Encarnación, pese a tratarse del misterio de la Anunciación, se encuentra con el niño en brazos, cuando lo lógico sería que estuviera en gestación, he aquí la figura del Hijo, y por último el Padre, en la parte inferior, simbolizado por el Sagrario, Dios presente en la Eucaristía por medio del pan.

En el siglo XVIII durante el clasicismo se construye la torre del campanario con su sobriedad de líneas y base rectangular.

Rematada originalmente con chapitel, que no se conserva, como otras de la zona, y con la inscripción de la fecha (1770) y el emblema parroquial, unas parrillas, símbolo del martirio del santo titular, San Lorenzo.

En la plaza destaca, pese a su sobriedad y sencillez el consistorio municipal, construido en 1808.

Es una ermita austera, sencilla y funcional, pese a no tener rasgos artísticos relevantes, se sabe que ya a mediados del siglo XVIII, existía una edificación similar en este paraje que originalmente se llamaba Calvario y estaría relacionado sino con este santo con las celebraciones pasionales.

En la actualidad ha sido restaurada y se le ha dotado de la monumentalidad que perdió con el tiempo.

En su interior se conservan restos de un retablo barroco, pero destacan sus capiteles y su pila bautismal y de agua bendita que por su decoración nos dejan entrever un pasado visigótico.

Podemos encontrar en los alrededores de El Ballestero lagunas, como la de Villaverde o la del Arquillo, teniendo esta última unas condiciones minerológicas tan buenas como para haber sido elegida para embotellar su agua por la empresa murciana El Pozo.

Desde la Pascua de Mayo la Virgen permanece en Villalgordo, y es ahora cuando vuelve a la iglesia del pueblo.

Se realiza una romería para trasladarla habiendo repuesto fuerzas con una comida igual que la de la Pascua en Villalgordo.

Las personas que realizan esto, suelen hacerlo por promesas o agradecimientos a la Virgen.

Escudo de El Ballestero.
Iglesia de San Lorenzo nevada, en El Ballestero.
Vista del Ayuntamiento de El Ballestero.
Ermita de Villalgordo.
El Blanco andando por El Ballestero.