También se han hallado fósiles pertenecientes al Pleistoceno medio y de la fauna prehistórica (Cervus elaphus, Hippopotamus amphibius, Mammuthus o Lepus europaeus).Prueba de su celtismo serán las cerámicas incisas y excisas, así como su proximidad con los vetones.Estos asentamientos equivaldrían hoy a los actuales pueblos de Bargas, Batres, Mocejón, Olías, Villaluengua, Ugena, Seseña, Yeles, Esquivias o Illescas, esta última sería citada por el geógrafo griego Ptolomeo en su Geographías Hyphégesis como Ilarcuris.[9] Tras la conquista de La Sagra por parte del Imperio romano y su posterior pacificación llegó lo que se conoce como romanización.La nueva clase social nacida entre el mestizaje de romanos y los antiguos pueblos, conocida como hispanos, abandonó Toletum para asentarse en las fértiles llanuras sagreñas.Los principales cultivos cerealistas que nos encontramos son la avena, el centeno, la cebada y el maíz.La vegetación asociada a estos cultivos son plantas de porte herbáceo.Así, nos encontramos gramíneas como Hordeum vulgare (cebadilla), Avena fatua (avena loca), Agrostis stolonifera, Festuca pratensis, Lolium arundinaceum; varias especies de Bromus y de Poaceae.Además de las especies pertenecientes a la familia de las gramíneas, encontramos muchos más taxones herbáceos, como Plantago lanceolata (llantén), Chenopodium album (cenizo), Amaranthus retroflexus (bledo), Anchusa officinalis (lengua de buey), Heliotropium europaeum (verruguera), Echium vulgare (viborera), Anacyclus clavatus (manzanilla loca), Anthemis arvensis (manzanilla bastarda), Cirsium arvense (cardo), Senecio vulgaris (hierba cana), Sonchus oleraceus (cerraja), Taraxacum officinale (diente de león), Convolvulus arvensis (correhuela), Capsella bursa-pastoris (zurrón del pastor), Eruca vesicaria (oruga), Raphanus raphanistrum (rabanillo), Euphorbia serrata (lechetrezna), Fumaria officinalis (sangre de cristo), Vicia sativa (veza).En todas las tierras sagreñas quedan alguna encina dispersa entre el matorral, frecuentemente de porte achaparrado.La vegetación predominante en los cerros se compone de matorrales gipsícolas, plantas pertenecientes al género Gypsophila, de la familia Caryophyllaceae, que se caracterizan por una preferencia por los suelos o rocas yesosos o yesíferos.Una de las más comunes es conocida como la jabonera (Gypsophila struthium), planta perenne resistente a la sequía que florece en julio y agosto.