Taraxacum officinale

Es considerada una «maleza», aunque es comestible en su totalidad y se le han atribuido numerosas propiedades medicinales.

Esta planta perenne con raíz primaria larga y roseta basal, suele alcanzar 40 cm de altura.

[2]​ Tiene hojas alternas lanceoladas con una nervadura central, sin peciolo diferenciado, pinnatipartidas con lóbulos en forma triangular, de márgenes dentados y agudos, a veces presenta microvellosidades.

El tallo permanece siempre en un estado extremadamente acortado, es por esto que se denominan plantas acaulescentes.

Pedúnculos de la inflorescencia huecos, que al romperse emanan un jugo lechoso amargo.

Se encuentra fácilmente en los caminos, pastizales, prados, cultivos de siembra directa, y sobre todo en jardines, tanto que es considerada mala hierba o «maleza» por los jardineros.

Sus hojas silvestres o cultivadas son comestibles, se prefieren las que son jóvenes y tiernas para ensaladas, mientras que las maduras, al ser más amargas, se consumen cocidas, aunque está sin confirmarse la existencia de cultivos para este fin.

Las sesquiterpenlactonas normalmente se encuentran como glucósidos, por ejemplo los taraxacósidos, taraxacólidos, dihidrolactucina, ixerina, ácidos taraxínicos, y ainsliósido.

[10]​ En fitoterapia (herbolaria) se usa también los principios activos puros mediante infusiones o decoctos, principalmente para inapetencia, indigestión y disturbios hepáticos.

Bebida hecha con diente de león