Preparaciones usadas en la fitoterapia con principios activos conocidos y medidos, son efectivas para tratar algunas enfermedades.[7][8] El consumo de plantas medicinales ha ido en aumento en los últimos años en todo el mundo y es frecuente su empleo en combinación con medicamentos prescritos médicos.Sin estos estudios, únicamente pueden ser detectados aquellos riesgos evidentes, muy frecuentes y de ocurrencia inmediata.[10] Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversas, intoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias.En Estados Unidos, solo se permite a médicos con autorización; no cumplir este requisito constituye un delito.[13] En general, se proporciona formación sobre terapias naturales en todos los países, pero su grado de oficialidad varía mucho: unos tienen especialidades para médicos o programas postgrado en la Universidad (Alemania, Italia) y en otros la formación se realiza en institutos privados o escuelas (Suecia, Canadá).[13] A esto se suma el escaso conocimiento que sobre este tema tienen los profesionales sanitarios titulados, responsables de la atención del paciente.[9] Muchos preparados naturales utilizados en la fitoterapia contienen el mismo principio activo que los usados en la medicina convencional, o viceversa ya que constituyen muchas veces los ingredientes primarios utilizados por laboratorios farmacéuticos como punto de partida en el desarrollo de formas comerciales que serán patentadas para su uso terapéutico, con el consecuente y buscado incremento del beneficio económico derivado de la patente.[15] Tanto la civilización egipcia como las variadas culturas mesopotámicas mantenían circunscrito todo este saber, al mundo místico haciendo la relación dicotómica religión-medicina aún más fuerte.Solamente en época romana se comienza así a hablar de Farmacoterapia y Farmacognosia en el sentido moderno que damos al término.Con el final del imperio romano, los conocimientos científicos médicos vendrán a ser conservados en los monasterios y desarrollados paralelamente en el mundo árabe, donde nace la alquimia, la predecesora de la química moderna, y en donde fue elaborado el primer ejemplo de farmacopea.Habiendo recogido el testigo la cultura árabe, realiza acopio de todo el saber indio y hereda los saberes del mundo grecorromano para una vez más recopilar y ampliar el conocimiento sobre drogas vegetales introduciendo la nuez moscada, el maná, el tamarindo, el alcanfor, la cubeba, etc.Mientras tanto se fue desarrollando una relación entre las instituciones religiosas, las casas de los peregrinos, los hospitales, etc., junto con los huertos botánicos cultivados por los monjes.En el siglo XIII vemos nacer los primeros cultivos de las mismas, pero solo entre el 400 y el 500 se inicia la verdadera ciencia botánica.El principio activo adquiere predominio sobre la droga, más aún cuando se empiezan a conocer los mecanismos de acción.Toda esta situación inicia un proceso en el que la Fitoterapia se ve relegada y desprovista del atributo de ciencia, pasando a ser considerada como medicina popular.Por su gran distribución fuera de Asia, destacan la hierba del milagro, Tung Shueh, y Chuifong Toukuwan.En esta última se ha detectado una gran variedad de fármacos como fenilbutazona, indometacina, hidroclorotiazida, clordiazepoxido, diazepam, corticoesteroides, diclofenaco, ácido mefenámico y dexametasona.[9] Como cualquier medicamento, las plantas pueden provocar reacciones adversas, intoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias.[9][11][12] No obstante, apenas existen estudios sistemáticos para evaluar la seguridad del consumo de plantas medicinales.Sin estos estudios, solo pueden ser detectados aquellos riesgos evidentes, muy frecuentes y de ocurrencia inmediata.En los últimos años, se ha ido acumulando evidencia científica sobre los beneficios y riesgos del tratamiento hormonal sustitutivo con estrógenos, tanto en su ahora cuestionado papel a largo plazo como en su indicación establecida del alivio sintomático a corto plazo de los síntomas de la menopausia (sofocos).[cita requerida] Pese a que muchos principios activos proceden, ya sea directa o indirectamente de plantas medicinales, tan solo se consideran preparados fitoterápicos a aquellos que se preparan partiendo del organismo vegetal en cuestión.No obstante el mar con toda su biodiversidad vegetal supone una amplia y potencial fuente de plantas, algas.Estos controles y organismos aseguran tener en cuenta los elementos necesarios para evitar que tanto factores intrínsecos como extrínsecos puedan alterar la composición química.Nótese que como cualquier medicamento, algunas plantas pueden provocar reacciones adversas, intoxicación por sobredosis o interacciones perniciosas con otras sustancias.Por lo tanto, es necesario el mismo control médico estricto con las plantas medicinales que con los medicamentos de síntesis.En cualquier caso, si hay alguna duda, siempre se recomienda no recoger la planta o bien consultar con un experto.