Inmigración europea en Chile
Después de la independencia, y a lo largo de los siglos siglo XIX y siglo XX, diversos grupos de inmigrantes europeos llegaron al país, principalmente: españoles, franceses, británicos, alemanes, italianos, croatas, holandeses, rusos, griegos, austríacos, belgas, judíos askenazí, suizos, armenios, polacos, húngaros, entre otros.La inmigración española fue la más importante durante el periodo colonial, y determinó de manera importante el mayor acervo genético y cultural de la población chilena, abarcando sus descendientes prácticamente a todos los ciudadanos chilenos descontando inmigraciones recientes.Se estima que unos 400 000 chilenos serían descendientes de españoles inmigrados a Chile durante el entresiglo XIX—XX.Se estima que entre 1 700 000 (10 %),[9] y 4 700 000 (27 %) chilenos,[1][10] descienden o llevan algún apellido de origen vasco.Este flujo migratorio se extiende, con diversa intensidad, al menos hasta el fin de la Guerra Civil Española.Entre los primeros inmigrantes franceses en Chile se cuenta a Claudio Gay, connotado naturista.Dicha presencia fue particularmente importante en la zona de Concepción y Talcahuano, se dice que hubo en un momento frente a Talcahuano más de 15 navíos franceses con 300 tripulantes y pasajeros a bordo.Fue el primer intercambio de lo que sería una arraigada relación comercial entre Gran Bretaña y Chile.Sin embargo, dicha presencia llegó a su fin con la crisis salitrera durante los años 1930.[27] Los inmigrantes alemanes lograron crear pujantes pueblos y comunidades en zonas casi vírgenes del sur de Chile.Posteriormente, se produjo una nueva gran oleada de inmigrantes alemanes que se estableció a lo largo de todo el país, especialmente en la Araucanía, Punta Arenas, Santiago y las principales zonas comerciales del país.[31] La inmigración italiana se produjo de manera espontánea y no correspondió a un período determinado.Paralelamente se instalaron familias italianas en La Serena, Isla de Maipo, Parral, Santiago, Concepción y Punta Arenas.Al tratarse de inmigraciones económicas, el Estado asumió un papel regulador otorgando o denegando las solicitudes para abandonar el país.El interés migratorio hacia Chile, se inició de forma oficial en el año 1853, fecha en que se conocieron en Berna los primeros informes diplomáticos acerca de la experiencia alemana en el sur chileno.[36] Sin embargo, debido a sus características idiomáticas y culturales, este grupo fue confundido comúnmente con alemanes, franceses, e italianos.En el mismo período arribaron otras familias las cercanías de Puerto Montt y a Villarrica.Un mes más tarde arribaron en tren a su destino final, la ciudad de Pitrufquén, instalándose definitivamente en el caserío Donguil.Estos inmigrantes se establecieron, casi en su totalidad, a orillas del lago Llanquihue.En 1943 «Austria Libre» se incorporó al Comité Central Austríaco de América Latina, con sede en Montevideo.[40] La presencia belga en Chile se inicia oficialmente con la apertura, en 1832 de un consulado belga en Valparaíso, manteniéndose importantes vínculos comerciales con el puerto de Amberes, durante todo el siglo XIX y comienzos del XX.A su vez, en años posteriores, durante el siglo XX se instalaron en Chile algunos sacerdotes jesuitas belgas, entre los que destaca Gustavo Le Paige, fundador y director del museo arqueológico de San Pedro de Atacama que lleva su nombre.Muchos de sus descendientes viven hoy en diversas ciudades del país, fundamentalmente en Santiago.Al finalizar la Primera Guerra Mundial, se empezó a hablar de la colonia yugoslava.Con la independencia de Croacia en los años 1990, los croatas volvieron a reivindicar su cultura y tradiciones, como así mismo hicieron los serbios.El apellido, aunque persiste en la actualidad, se encuentra muy desvinculado de sus orígenes remotos.Algunos se han trasladado a la zona centro y sur del país.Posteriormente, llegaron más inmigrantes escapando de los bolcheviques durante la Guerra Civil Rusa.La inmigración húngara en Chile tuvo su auge en la primera mitad del siglo XX, aunque no fue una corriente migratoria numerosa como otras de origen europeo.A su vez, Chile fue un importante punto de paso para los húngaros hacia países anglosajones: Estados Unidos, Canadá y Australia.