Inmigración española en Chile

Diferentes censos: Gran parte de la población chilena es descendiente de españoles que emigraron como colonos a Chile (principalmente andaluces, vascos, navarros, castellanos y extremeños) entre los siglo XVI y XVIII, durante la época colonial, cuando Chile era parte del Imperio español.

Aunque las inmigraciones de otras nacionalidades europeas modificaron en muchos aspectos la base hispana de la sociedad chilena, el folclore chileno no obstante muestra orígenes españoles indudables, en especial, andaluces y vascos.

Todo lo concerniente a la cultura huasa se puede rastrear con relativa facilidad en Andalucía.

La lengua española y la religión católica como elementos directrices formativos, al igual que la arquitectura rural, los fundos, las haciendas e innumerable cantidad de tradiciones que sobreviven en el campo, son legado de esos colonos españoles emigrados a Chile en otras épocas.

Posteriormente, hubo nuevas olas de inmigración española durante los siglos XIX y XX.

La razón es que sus antepasados llegaron de España durante la época colonial y cuando Chile buscaba la independencia, dejaron por siempre su identidad española para adoptar la naciente chilenidad.

Una situación particular es la que ocurre en el Archipiélago de Chiloé, donde junto a la identidad chilena subsiste un apego testimonial a España, asociado al fenómeno del fidelismo histórico de dicha provincia.

La emigración se concentró en algunos países de América, especialmente Argentina, Cuba, Chile y México.

Los catalanes no son tan numerosos en Chile en comparación a otras comunidades.

Hasta el día de hoy se sostiene activa esta sociedad, que también es muy conocida por el prestigioso Restaurante Centre Català.

Chile era la tercera preferencia para los habitantes de España que partían a América.

Empezaron a llegar principalmente en el siglo XVIII como comerciantes y se hicieron muy prósperos.

Muchos ilustres familias chilenas que han sido importantes y poderosas a lo largo de la historia nacional como los Errázuriz, Eyzaguirre, Larraín, Huidobro, etc. son de origen vasco.

Durante el siglo XVIII, se vivió en Chile una época de profundo crecimiento y larga paz.

Estas familias inmigrantes se dedicaron inicialmente de forma preferente al comercio, y en los años siguientes se produjeron numerosos enlaces con familias de origen castellano que poseían tierras y títulos, dando origen a un nuevo grupo social conocido en la historia de Chile como «aristocracia castellano-vasca».

Centro Español de Concepción
Embajada de España en Santiago de Chile