Las estadísticas oficiales recogidas por el censo consideran la pertenencia a pueblos indígenas u originarios, más no la identificación con otros grupos fuera del estándar de la nacionalidad chilena.
En conjunto, aquello ha dialogado con las distintas construcciones identitarias en torno a la nacionalidad, incluyendo perspectivas eurocéntricas y la exaltación del mestizaje como instrumentos de diferenciación racial.
Previo a ello, los datos pueden estar afectados por imprecisiones o ser inadecuados para establecer comparativas poblacionales y estadísticas reales, pues las experiencias censales durante la colonia contabilizaban indígenas dentro de sus comunidades particulares, más no insertos dentro un sistema Estado nación como en la actualidad.
[13] Asimismo, es altamente probable que en ciertos períodos históricos la autodeterminación como sujeto indígena estuviera matizada por la simpatía o la vergüenza, según el caso.
[15] Como se ha mencionado anteriormente, varias culturas indígenas precolombinas desaparecieron en el territorio chileno por distintos motivos, siendo los principales la aculturación y el sincretismo que produjo el mestizaje, como las diversas pandemias y enfrentamientos bélicos que afectaron a las poblaciones nativas.
Más tarde durante el siglo XX, la expansión del Estado chileno y el colonialismo republicano empujaron programas racionalizados de exterminio contra las milenarias poblaciones aónikenk, selknam, kawésqar y yagán en el extremo sur del país.
El apelativo inmigrante aparece conforme a la llegada de europeos no hispanos a principios del siglo XIX durante las primeras décadas republicanas de Chile, en que se consolida económica y políticamente como un ente autónomo.
[21] En el año 1861 ya habían 263 familias alemanas en la zona, que juntas sumaban un total de 1.375 personas.
Las condiciones laborales y de vida transitaron desde la semi-esclavitud durante la administración peruana hasta la dependencia contractual asalariada tras la anexión chilena.
Los barcos de transporte japoneses habían ayudado a trasladar inmigrantes chinos, lo que sentó una base referencial para las futuras relaciones con Japón.
[30] Otras comunas del Gran Santiago con altos números de inmigrantes son Estación Central (17 %) y Recoleta (16 %).