Entre los países que recibieron la mayor cantidad de refugiados se encontraron Argentina, Uruguay, Colombia, México, Perú, Chile y Venezuela.
La derrota del bando republicano español frente a las fuerzas militares encabezadas por el general Francisco Franco, no sólo puso fin a la guerra civil sino que además arrojó al exilio a una impresionante cantidad de hombres y mujeres, que se vieron obligados a emigrar rumbo a otras tierras en busca de asilo y refugio.
La magnitud de esta tragedia no dejó indiferente a Chile.
Alentado por grupos de izquierda como el Comité Chileno de Ayuda a los Refugiados Españoles, el presidente de Chile Pedro Aguirre Cerda (líder del Frente Popular chileno) comprometió los esfuerzos del Estado para apoyar y financiar el traslado a Chile de un cierto número de refugiados españoles, reafirmando su solidaridad hacia el pueblo español y el carácter universal de la causa republicana.
Entre los testimonios de refugiados podemos encontrar a Solano Palacio, que narra en su libro El éxodo por un refugiado español, la travesía realizada tras la caída de Barcelona en 1939 y la derrota definitiva de la causa republicana, su paso por Francia y el viaje hasta el puerto de Valparaíso, siendo posteriormente un referente social y político.