[1] Solís desembarcó en la Isla Martín García, siendo así el primer europeo en pisar suelo argentino, pero murió en un ataque de un grupo de aborígenes y los restantes tripulantes regresaron a España.La misma también se convirtió en fortín para mantener a raya los ataques de la población indígena local.Desde la ciudad de Buenos Aires se abrieron rutas hacia otras ciudades del Virreinato, y junto a ellas se establecieron otras como Baradero, Luján, Quilmes y San Andrés de Giles.La estancia aumentó su importancia al establecerse la industria del saladero, la exportación, y el prestigio de la lana local en Europa.La incorporación del alambrado permitió definir la propiedad de la tierra trazando límites claros, que hasta entonces eran vagos e imprecisos.[4] Pero el territorio bajo control efectivo era muy limitado: desde la ciudad de Buenos Aires hasta unos 60 km a la redonda.Los amerindios se resistían tenazmente a la penetración del hombre blanco en las tierras que habitaban.La introducción al continente americano del caballo durante la primera fundación de la ciudad y la habilidad de los aborígenes para domesticar a los que se habían vuelto cimarrones, les permitió lanzar violentos ataques llamados malones.En 1823 la primera ciudad que había sido fundada en la época patria, Dolores, un malón la destruyó por completo, lo cual aumentó la preocupación de los pobladores respecto de los grupos aborígenes y la frontera con sus territorios.[4][5][6][7] El gobernador de la provincia, Las Heras, cesó en su cargo por decreto del Poder Ejecutivo.Inició una política económica proteccionista, aunque sin fomentar explícitamente nuevas industrias,[6][8] y hubo una cierta regresión en la educación popular.Con sus atribuciones inició un régimen dictatorial que se caracterizó por la persecución de los opositores —unitarios, federales "cismáticos", ciertos extranjeros, y ciertos intelectuales— que en muchos casos fueron ejecutados o asesinados, u optaron por exiliarse en países limítrofes.[8] Su política centralista generó sublevaciones en su contra en el interior del país, y su autoritarismo provocó la oposición de los romanticistas de la «Generación del 37», grupo de jóvenes intelectuales, entre ellos, Juan Bautista Alberdi, Esteban Echeverría, y Domingo Faustino Sarmiento, que desde el Salón Literario criticaron mucho al régimen.También se firmaron varios acuerdos de comercio con países vecinos y europeos, e incluso con la propia Confederación Argentina.El desarrollo económico se estancaría alrededor de 1859, cuando comenzaron los enfrentamientos armados con la Confederación.Sin embargo, el estado porteño no cumplió con la exigencia por la misma razón aduanera.[6] Los porteños se comprometieron a compartir un porcentaje de sus ingresos aduaneros durante cinco años.Algunas poblaciones indígenas subsistieron hasta hoy, muy disminuidas, en el sudoeste del país.Una comisión compuesta por Aristóbulo del Valle, Eduardo Costa, Manuel Porcel de Peralta, Eduardo Wilde, José María Ramos Mejía y los ingenieros Francisco Lavalle y Guillermo White, se encargaría junto a Dardo Rocha de inquirir diversas localidades teniendo en cuenta una serie de parámetros.[4] En 1884, se crearon territorios nacionales en La Pampa, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, desconociendo la pretensión de Buenos Aires.[4][11] Entre 1890 y 1930 surgieron nuevas fuerzas políticas, principalmente la que acabaría siendo la actual Unión Cívica Radical que, bajo el liderazgo de Leandro N. Alem, se enfrentó a las estructuras de poder heredadas del roquismo.El radicalismo accedió al poder en 1916, gracias a la vigencia de la ley Sáenz Peña.Los ferrocarriles aumentaron su alcance al sur provincial, lo cual generó una mayor influencia de Bahía Blanca como puerto y enlace con la Patagonia.Hubo períodos de crisis en los que tuvieron lugar la devaluación del peso y cesantías masivas, pero uno de los factores que más afectó a la economía provincial fue el Pacto Roca-Runciman que colocó a la industria de la carne y sus derivados bajo un fuerte control inglés, en diversas facetas como los precios o el transporte.En 1934 se crea una nueva constitución de la provincia, la cual sigue vigente actualmente con algunas reformas introducidas en 1994.Una situación similar tenía lugar en la provincia, que en dicho período tuvo a más de 40 gobernadores.