Cada año Rosas presentaba la renuncia al cargo, a sabiendas de que esta sería rechazada.
Asimismo, se suprimió el uso del eslogan "¡Viva la Confederación Argentina!
Rosas no lo aceptó, y permaneció en el cargo.
Esto llevó a una hostilidad abierta entre dichas provincias, tras la cual Entre Ríos y Corrientes comenzaron a formar el Ejército Grande con la ayuda de Uruguay y el Imperio del Brasil.
Al año siguiente tuvo lugar la Batalla de Caseros, en la cual tuvo lugar la derrota de Rosas.