Guerra de Independencia de Grecia

En ese momento, las tres grandes potencias, Rusia, Gran Bretaña y Francia, decidieron intervenir, enviando sus escuadrones navales a Grecia en 1827.

Rusia invadió al Imperio Otomano y lo obligó a aceptar la autonomía griega en el Tratado de Adrianópolis (1829).

Así Macedonia, liderada por su rey Filipo II, derrota y somete a los griegos en el año 338 a. C. en la batalla de Queronea.

[11]​ Con la revitalización económica apareció una clase media distribuida entre el propio imperio y las colonias comerciales en distintos puntos de Europa.

[15]​ Los administradores fanariotas[nota 2]​ descollaron primero como secretarios e intérpretes en un momento de gran actividad diplomática en el imperio.

[5]​ La propiedad de la tierra tampoco era igualitaria: algunos terratenientes acaparaban el grueso en manos griegas y la mayoría del campesinado era jornalera.

[26]​ Ipsilantis esperaba contar con la colaboración rusa, pero el zar se negó a ello rotundamente y lo despidió fulminantemente.

[35]​ Ipsilantis contaba por entonces con los quinientos bisoños griegos del «Batallón Sagrado», ochocientos jinetes y una hueste total de unos dos mil hombres.

[41]​ La península contaba con amplia autonomía, como era típico en el Imperio otomano, especialmente en la regiones de difícil acceso, y la administraba un bey local, desde 1815, Petros Mavromichalis.

[42]​ Región montañosa cuyas comarcas se comunican más fácilmente por mar que por la áspera tierra, concentraba su población en ciertos puertos, dominados por fortalezas desde tiempos del dominio veneciano.

[42]​ Dejó en su lugar a un gobernador en funciones joven, arrogante y sin experiencia militar, lo que debilitó el control otomano en la región justo al comienzo del levantamiento griego.

[44]​ En febrero, los notables del Peloponeso se reunieron para tratar la situación, pero decidieron no apoyar un posible levantamiento hasta tener garantías de que contaría con el auxilio ruso.

[26]​ En marzo, sin embargo, las autoridades los convocaron a Trípoli; temiendo que tomasen rehenes, parte de los notables soslayaron la instancia.

[48]​ La primera resistencia seria a los alzados se produjo en Patras, el principal centro comercial de la península que contaba por entonces con unos dieciocho mil habitantes.

[59]​ La división era tal y las alianzas tan fluctuantes, que los rebeldes fueron incapaces de formar un Gobierno unificado efectivo hasta 1827 por los constantes choques entre grupos.

[67]​ Otro intento por el camino occidental al Peloponeso, a través del fragoso Makrinóros, fue desbaratado en junio y julio.

[69]​ Dos mil evacuados de la ciudad, primordialmente mujeres y niños, cuya marcha habían pactado los dos bandos, fueron asesinados por los rebeldes griegos en un desfiladero cercano.

[74]​ En la tercera campaña naval del año, los otomanos rehuyeron en enfrentamiento con la flota enemiga y se dedicaron a reforzar las plazas peloponesias que todavía conservaban.

[77]​[101]​ En el otoño los restos del ejército invasor se retiraron a Corinto, donde falleció al poco Mahmud Dramali Bajá, su jefe.

[89]​ En el mar, los otomanos enviaron una nueva flota en mayo, que apenas sirvió para reforzar algunos enclaves amenazados por los rebeldes griegos: Eubea, Modona, Coron y Patras, pero poco más.

[158]​ Únicamente quedaron en el Peloponeso mil doscientos egipcios, que defendían las cuatro fortalezas todavía en su poder: Coron, Modona, Patras y Navarino.

[171]​ Kapodistrias, antiguo ministro de Asuntos Exteriores ruso, impulsó una serie de medidas modernizadoras (fomentó la educación pública, creó un sistema legal y una divisa nacional, fundó la primera escuela agrícola, persiguió la piratería y sometió parcialmente a los notables), pero se había granjeado numerosos enemigos, en parte por su soberbia.

[164]​[177]​ Las disensiones entre el triunvirato que lo sucedió, compuesto por su hermano Agostino, Kolokotronis y Ioannis Kolettis, evidenciaron la incapacidad griega para formar un Gobierno estable y determinaron el escaso papel que a los griegos se les reservó en los primeros años de la política del nuevo reino.

[182]​ A esto se sumaba la hostilidad de los notables al poder del rey, que en principio no estaba limitado por Constitución alguna (hasta 1843).

Muchos aristócratas europeos y ricos estadounidenses, como el famoso poeta Lord Byron, que murió en Messolonghi, tomaron las armas para unirse a los revolucionarios griegos.

Los griegos no fueron capaces de formar un gobierno coherente en las áreas que controlaban y pronto comenzaron a luchar entre ellos.

Los combates entre griegos y otomanos continuaron hasta 1825, cuando el sultán Mahmud II pidió ayuda a su vasallo más poderoso, Egipto.

Entre los dirigentes griegos se encontraban Markos Botsaris, Theodoros Kolokotronis, Alexandros Mavrokordatos y Andreas Vókos Miaoulis.

Mientras que las potencias buscaban un rey para Grecia, la administración del país recayó en el presidente provisional Ioannis Kapodistrias, quien impuso un régimen dictatorial hasta su asesinato en 1831.

Este aceptó en 1832 el trono que le ofrecían las potencias europeas y fue coronado al año siguiente como Otón I de Grecia, pero su gestión no fue del agrado de los helenos y fue depuesto por una Asamblea Nacional apoyada por las mismas potencias en el año 1862.

Cuadro decimonónico que representa el cruce del Prut por Ipsilantis el 21 de marzo de 1821. El río marcaba la frontera ruso-moldava.
Principales movimientos de la revuelta en los principados del Danubio.
Representación decimonónica del alzamiento en el Peloponeso el 25 de marzo jul. / 6 de abril de 1821 greg. .
Cuadro de la batalla de Navarino , que selló fundamentalmente la suerte de la guerra en favor de los rebeldes griegos.
Tropas francesas en el Peloponeso en 1828. Llegadas demasiado tarde para enfrentarse a los egipcios, se apoderaron de las cuatro fortalezas que estos aún conservaban mediante unos asedios fingidos, pues los egipcios tenían órdenes de no resistir.
Salida de Messolonghi de Theodoros Vryzakis .
Grecia y las regiones limítrofes en 1832.
El rey Otón I .
El príncipe Alfredo de Gran Bretaña, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha