Sin experiencia política real, el nuevo soberano estuvo privado de todo poder por la facción venizelista y hecho prisionero en su propio palacio.
Convertido en un mero títere, Alejandro I apoyó a las tropas griegas en su guerra contra Bulgaria y el Imperio otomano.
Contrajo matrimonio morganático en 1919 con Aspasia Manos, una noble griega, lo que provocó un escándalo en Grecia así como en la familia real.
Realizó numerosos viajes con sus padres al extranjero y visitaba con frecuencia a su abuela materna, la emperatriz Victoria, que sentía un cariño especial por su familia griega.
[1] El príncipe visitaba también Dinamarca, Reino Unido[2] y Rusia cuyos soberanos eran parientes cercanos de su familia.
[Nota 3] Para Alejandro que, a pesar de tener solo 21 años, ya coleccionaba conquistas amorosas, fue un flechazo.
Aunque él también estaba considerado un hombre muy guapo, Alejandro tenía fama de mujeriego debido a numerosas relaciones pasadas.
Cuñado del káiser Guillermo II, el soberano era bastante germanófilo pues efectuó parte de su formación militar en Prusia.
Protegido por los países de la Entente, especialmente por Francia, el político formó, en 1916, un gobierno paralelo al monárquico en Salónica.
Alejandro no salió herido, pero su madre salvó a su hermana pequeña in extremis y la llevó por entre los bosques durante más de dos kilómetros.
[14] Sin embargo, Jorge no aspiraba a ningún cargo político tras su fracaso como alto comisario de la Creta autónoma entre 1901 y 1905.
[15] Ante este fracaso, Venizelos y la Entente eligieron al segundo hijo de Constantino, el príncipe Alejandro, como nuevo monarca.
Si bien Francia no podía ocultar su alegría al ver partir al anciano monarca y el Reino Unido no impidió a Jonnant actuar, el Gobierno Provisional Ruso protestó oficialmente ante París.
Sin embargo, las reivindicaciones de Rusia no fueron tenidas en cuenta y Alejandro subió al trono como monarca.
[13] Alejandro, que contaba con 23 años, tenía la voz tomada y lágrimas en los ojos cuando prestó juramento de fidelidad sobre la constitución griega.
[Nota 4] Una vez que sus padres y hermanos partieron al exilio, Alejandro se encontró totalmente aislado por los nuevos hombres fuertes de Grecia.
Finalmente, las potencias de la Entente pidieron a Venizelos que se calmara y Alejandro conservó la corona.
Sin embargo, el joven estaba dedicado a su tarea y realizaba su trabajo con seriedad,[22] incluso si apenas leía los documentos oficiales que le llevaban para firmar.
[25] Fuera del palacio, sus funciones reales eran limitadas y podían resumirse en visitar el frente macedonio para elevar la moral de las tropas helenas.
Atenas adquirió la mayor parte de la Tracia (hasta entonces dominado por Bulgaria y Turquía), diversas islas egeas otomanas (como Imbros y Ténedos así como la región de Esmirna, en Jonia, que estaba bajo mandato griego).
[28] A pesar de todo, los griegos no se mostraban satisfechos por las victorias territoriales que consiguieron al primer conflicto mundial.
En estas circunstancias, Alejandro aceptó aplazar su matrimonio hasta el restablecimiento de la paz en Grecia.
Con regularidad escribía cartas a sus padres, pero estas eran interceptadas por el gobierno y su familia no las recibía.
En estas circunstancias, la unión del monarca y de su prometida permitiría helenizar la familia real, lo cual no desagradaba a todos los griegos.
Tras haber nombrado a Alejandro caballero gran cruz de honor de la Orden del Baño pidió citarse con Aspasia y declaró al soberano que, si fuera más joven, también intentaría casarse con ella.
[33] Casándose con Aspasia sin informar al arzobispo, Alejandro I había desobedecido la ley y su actitud causó un enorme escándalo en el país.
[36] Durante varios días, el joven monarca sufrió atrozmente debido a la infección.
[37] Informados por telegrama por la noche, los otros miembros de la familia real acogieron la noticia del fallecimiento con mucha tristeza.
El rey se había casado de manera ilegal y por tanto su descendencia no pertenecía a la dinastía reinante en Grecia;[Nota 8] conservar la monarquía implicaba encontrar un nuevo soberano.
[41] Sin embargo, el tercer hijo de Constantino I rechazó ascender al trono mientras que su padre y su hermano siguieran con vida.