En septiembre de 1920, durante su estancia en Tatoi, el perro alsaciano del rey, que se llamaba Fritz, fue atacado por un mono doméstico propiedad del administrador de los viñedos reales.
En poco tiempo, las heridas causaron una infección generalizada, que desencadenó una septicemia fulminante, muriendo el 25 de octubre.
Cuando cae la monarquía helena en 1924, Aspasia y su hija serán los únicos miembros de la familia real que no marchan al exilio.
En 1927 la princesa Aspasia decide establecerse en Inglaterra para educar allí a su hija.
Dio a esta villa el nombre de Jardín del Edén y se la había adquirido a una tía del primer ministro británico Anthony Eden.
Sus visitas a Grecia se hacen cada vez menos frecuentes, ya que se sentía desplazada por la familia real, con quien al parecer no tenía buenas relaciones.