Otón I de Grecia

Llegó al país acompañado por tres asesores bávaros y 3500 soldados, a bordo de la fragata británica HMS Madagascar.

Los regentes bávaros gobernaron hasta 1837, cuando ante la insistencia de Gran Bretaña y Francia, fueron relevados por ministros griegos, aunque los bávaros continuaron copando altos puestos de la administración y el ejército, lo que creó gran malestar social.

La impopularidad del rey fue aumentando debido a la subida de los impuestos, mayores que los existentes en el periodo otomano; y porque Otón no renunció a la religión católica para convertirse en ortodoxo, negándose también a promulgar una constitución según se disponía en el Acuerdo del que surgió la independencia griega.

En su momento se sugirió que si Otón y la reina Amelia hubieran engendrado un heredero, no habrían sido derrocados, pero en cualquier caso, la sucesión real ya estaba establecida en la Constitución griega de 1843, y la corona habría recaído sobre uno de los hermanos menores del rey o sus descendientes.

En 1866, Otón hizo varias donaciones para proporcionar armas a los insurgentes y también tomó medidas para que esta donación permaneciera en secreto hasta su muerte, con el fin de no causar problemas políticos al nuevo rey de Grecia, Jorge I.

El flamante rey Otón I de Grecia vestido con un traje tradicional griego, en una litografía durante los principios de su reinado.
El rey Otón I de Grecia vestido con un traje tradicional griego, en una fotografía del año 1865 durante su exilio en Baviera .
El entonces exrey Otón, cercano a su muerte.
Estandarte Real.