Murió asesinado en represalia por la guerra de independencia griega.
Es considerado santo y mártir de la iglesia ortodoxa.
[1][2] Sus pontificados fueron marcados por emprendimientos culturales e intelectuales, el combate a la ilustración y el intento de conciliar las necesidades del pueblo griego con las demandas de la Sublime Puerta.
[5][6][7] Hoy en día, sus restos descansan en la Catedral Metropolitana de Atenas.
El magnicidio provocó protestas en el resto de Europa y reforzó el movimiento filoheleno.