[4] El término se utiliza menos en contextos modernos, y fue originalmente derivado de una dicotomía respecto a los tranquilizantes mayores, conocidos como neurolépticos o antipsicóticos.
Cuando por ejemplo se oculta una falla hacia una persona importante en su vida fingiendo, cuando se hace un mal manejo u operación laboral ocultandola de su superior, cuando se hacen cosas indebidas a espaldas de quienes deben saber la verdad y otras circunstancias que produzcan esa alteración nerviosa es importante recalcar que no debe confundirse con miedo ni con angustia.
Se pueden agrupar los síntomas como sigue: neuromusculares (temblor, tensión muscular, cefaleas, parestesias); cardiovasculares (palpitaciones, taquicardias, dolor precordial); respiratorios (disnea); digestivos (náuseas, vómitos, dispepsia, diarrea, estreñimiento, aerofagia, meteorismo); y genitourinarios (micción frecuente, problemas de la esfera sexual).
No obstante, las reacciones de ansiedad pueden alcanzar niveles excesivamente altos o pueden ser poco adaptativas en determinadas situaciones.
Este concepto se fundamenta en la realidad impuesta por el desarrollo histórico de los fármacos principales como los barbitúricos, el meprobamato y las benzodiacepinas (BZD).
[12] Sin embargo, aunque la TCC puede tener un éxito superior al 50 %, todavía puede resultar insuficiente para muchos individuos.
Las benzodiacepinas (BZD) se prescriben para el alivio a corto plazo de la ansiedad patológica discapacitante.
[15] La mayor parte de las BZD producen ansiólisis, sedación (a dosis altas), hipnosis, efectos anticonvulsivantes y miorrelajación central.
[25][26] Los derivados del difenilmetano son antihistamínicos de primera generación como hidroxicina, difenhidramina y captodiamo que poseen cierta acción ansiolítica débil, aunque a dosis elevadas producen sedación intensa.
[29] Ha mostrado ser tan eficaz y segura como las BZD en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.
[30] No obstante, una revisión sistemática concluye que sobre la base de la evidencia existente no puede recomendarse hidroxicina para el TAG, aunque comparado con otros agentes ansiolíticos (BZD y buspirona), la hidroxicina fue equivalente en eficacia, aceptabilidad y tolerancia.
Los ISRS usados para tratar la ansiedad incluyen sertralina, fluoxetina, fluvoxamina, citalopram, escitalopram y paroxetina.
El mepiprazol, comercializado bajo el nombre Psigodal, fue utilizado en España como ansiolítico para el tratamiento de la anteriormente denominada neurosis ansiosa.
Los antidepresivos tricíclicos, entre ellos imipramina, clomipramina, desipramina, amitriptilina, nortriptilina, y doxepina, también tienen efectos ansiolíticos, sin embargo, sus efectos secundarios (boca seca, sedación, constipación, hipotensión ortostática, y ganancia de peso) son a menudo menos severos que los ISRS, por lo que se considera un tratamiento de primera elección.
Al principio del tratamiento, opipramol es bastante sedante en su naturaleza debido a sus propiedades antihistamínicas, pero este efecto se vuelve menos prominente con el tiempo.
[67] La vortioxetina ha sido investigada como tratamiento para el trastorno de ansiedad generalizada, pero no demostró efecto superior al placebo.
Estudios realizados con risperidona, olanzapina, quetiapina, aripripazol en conjunción con fármacos ISRS en patologías con un trasfondo ansioso tales como TAG, TOC y trastorno de pánico, muestran una mejoría en los síntomas.
[87] La prazosina, un alfabloqueante se utiliza para tratar la hipertensión, ansiedad, TEPT y trastornos de pánico.
Actúan sobre los receptores presinápticos inhibidores disminuyendo la liberación de noradrenalina y serotonina en el locus coeruleus.
Las azapironas pueden ser útiles en el tratamiento de TAG, en particular para los pacientes que no han tomado BZD con anterioridad.
El funcionamiento del sistema gabérgico relacionado con la ansiedad ha sido investigado para lograr nuevos fármacos ansiolíticos diferentes a las BZD.
[93] En este sentido están siendo investigados nuevos agentes como la pagoclona, suriclona, suproclona y pazinaclona, pertenecientes a la familia química de las ciclopirrolonas, agonistas parciales del receptor GABA.
Su comercialización se dificulta por las dudas sobre su potencial de abuso y la seguridad del fármaco en su consumo a largo plazo.
El sulfato de pregnenolona es antagonista del receptor GABAB que incrementa además la neurogénesis en el hipocampo y muestra actividad neuroprotectora.
Clínicamente se utiliza en el tratamiento de pacientes ambulatorios ansiosos para controlar la agresión, enuresis, fobias y desajustes menores sociales en niños.
[130] El mentil isovalerato es un aditivo alimentario saborizante[136] que se comercializa como fármaco sedante-ansiolítico en Rusia bajo el nombre Validol.
[137][138][139] También se utiliza para aliviar la ansiedad y la irratibilidad asociada al síndrome de abstinencia a la nicotina.
Clínicamente facilita el sueño, reduce las manifestaciones de ansiedad, mejora la memoria y alivia la astenia.
Actividad ansiolítica aguda se ha encontrado en Centella asiática, Salvia spp., Melissa officinalis, Passiflora incarnata y Citrus aurantium.
[143] A continuación se detallan las hierbas que han mostrado algún tipo de efecto ansiolítico.