A dosis más elevadas puede actuar como sedante e hipnótico.
Su uso prolongado puede generar graves problemas de dependencia física y psicológica.
Si se consume simultáneamente alcohol podría producirse una sobredosis o una broncoaspiración debido a que la sedación de alcohol y bromazepam interactúan potenciando mutuamente su efecto, de modo que la persona puede ahogarse durante el sueño.
El bromazepam es una benzodiazepina clásica, tal como el diazepam, clonazepam, flurazepam, entre otros.
[2] El bromazepam se une al receptor del ácido gamma-aminobutírico (GABA), causando un cambio conformacional que incrementa los efectos inhibitorios del receptor.